LAS IMPORTACIONES DE EGIPTO AMENAZAN A LOS PRODUCTORES DE PATATAS ESPAñOLES

La patata juega un papel fundamental en la gastronomía española. Este tesoro culinario, procedente de América en la época colonial, ha arraigado profundamente en la cocina nacional. La patata logró conquistar los paladares españoles, siendo clave tanto en la mesa como en los campos de cultivo. Solo hay que recordar que muchos de los platos más tradicionales del país llevan como base la patata.

A pesar de que España es uno de los principales productores de Europa, lo que da muestra de la importancia, también económica, de este tubérculo, el sector afronta el inicio de la campaña de este año con preocupación. Dos son las amenazas a las que se enfrentan los productores: la caída de consumo y las importaciones de Egipto.

En un momento en el que, además, la producción se ha reducido ligeramente, con una situación de escasez de la patata de siembra. Detrás de este escenario está, por un lado, la crisis climática, que ha provocado una menor producción por las altas temperaturas. Pero también influye que muchos agricultores han decidido apostar por otro tipo de cultivos, ante dichas dificultades climáticas y el incremento del consumo de patata congelada.

También es cierto que, en algunas regiones se está produciendo un cambio de variedades de patatas sembradas en alguna región, como Castilla y León, lo que lastra la producción a corto plazo.

Importación de patata de Egipto

Pero la verdadera preocupación de los productores llega por el incremento de la compra de patatas de origen egipcio. Según datos de la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex), recogidos por EFE, el volumen de importaciones ha subido de 2.400 toneladas en 2019 a más de 50.000 el año pasado.

Si traducimos estas cifras a euros, el valor de las importaciones pasó de 1,1 millón de euros a casi 25 millones, según datos de los productores. Con estos niveles, Egipto se consolida como el cuarto país desde el que más patata se importa, y el primero extracomunitario.

Imagen: Dreamstime

Una situación que ha provocado quejas de los productores, que señalan que se trata de competencia desleal, ya que ofrece precios que consideran injustos, en una suerte de dumping de las patatas de procedencia extranjera. Además, afecta a todas las regiones productoras por igual, colaborando en el hundimiento del sector agrario español, cada vez más castigado por este tipo de prácticas.

Caída del consumo

El otro frente que preocupa al sector es la caída del consumo en los hogares, que en los últimos 5 años se ha reducido un 11%, según Fepex. Si por entonces el consumo per cápita era de 20,2 kilos, ahora esa cantidad se ha reducido hasta 18,9 kilos, según datos del Ministerio de Agricultura.

En este contexto, ha ganado presencia la patata congelada, que aunque no representa aún unas cifras "muy llamativas", deja intuir un cambio en las tendencias de consumo que benefician los productos congelados como, en este caso, la patata.

Los motivos radican en los propios hábitos de consumo de los ciudadanos, que comen más fuera de casa o que recurren a más productos congelados, ya sea por comodidad o precio.

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