¿QUé SIGNIFICA SANAR AL NIÑO INTERIOR Y PORQUé ES UN TEMA RECURRENTE EN LAS REDES SOCIALES?
Hablar del Niño Interior está de moda, y aunque pocos saben cuál es el verdadero significado de este concepto, lo cierto es que cada vez son más los usuarios de las redes sociales interesados en conocer sobre el tema.
Para empezar, el tema del Niño Interior tiene que ver con un proceso de sanación de las heridas que se formaron en el campo emocional de un ser humano desde que estaba en el vientre de la madre y hasta los 7 años.
Dicho término fue propuesto por primera vez por el psicólogo y psiquiatra Carl Gustav Jung, quien a través de múltiples investigaciones y experimentos con pacientes, intentó demostrar que el Niño Interior está relacionado a recuerdos rudimentarios que las personas tienen en la primera infancia.
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Es este contexto, podríamos decir que desde que un óvulo y un espermatozoide se juntan, el producto resultante ya está almacenando la información que trae la madre, el padre, el linaje de ambos y todo lo que hay en el exterior, ya sea emociones, experiencias y hasta pensamientos.
De esa forma, se entiende que se habla de heridas de la infancia cuando un ser humano desde que se gesta en el vientre y hasta que cumple 7 años atraviesa por experiencias que pueden ser dolorosas o traumáticas, mismas que si no se trabajan de la forma correcta pueden desencadenar problemas que condicionan y limitan las capacidades de una persona a nivel físico, mental, energético y emocional cuando se convierte en adulta.
Como dice Jung: "El motivo del niño es una representación de ciertos aspectos olvidados de nuestra infancia”, por lo que trabajar en sanar las heridas del niño que fuimos resulta crucial para poder desarrollar el máximo potencial que hay en cada uno de nosotros.
El aspecto positivo del Niño Interior
Aunque acercarnos a la sanación del Niño Interior hasta cierto punto resulta doloroso por todas las memorias que se pueden abrir, lo cierto es que este “arquetipo” trae consigo herramientas valiosas que pueden ayudar a la persona que lo trabaje a encontrar en su interior cosas maravillosas, como por ejemplo paz, claridad y un fuerte sentido de existencia.
Algo que trae consigo el trabajo del Niño Interior en un punto luminoso es que ayuda a la persona a descubrir su propósito, a partir del descubrimiento de las cosas que verdaderamente ama, asimismo, redescubre el sentido de inocencia, el cual ayuda a ver las cosas siempre desde diferentes perspectivas y como si fueran nuevas.
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Por otra parte, la convivencia de la persona que ha despertado a su Niño Interior con otras personas se vuelve más completa, auténtica y libre de control, dejando de lado las máscaras para enfocarse, únicamente, en mostrar al exterior la autenticidad del ser.
Claves para descubrir si tu Niño Interior está herido
Nos atrevemos a decir que en el mundo no existe una sola persona que no tenga a su Niño Interior herido, ya que la mayoría están lastimadas en mayor o menor medida, y sin importar las condiciones en que alguien se pueda encontrar, es importante que en algún punto de la vida se dedique a este trabajo.
Y justo para saber si tienes herido a tu Niño Interior, a continuación te compartimos algunas señales que te podrían poner alerta:
- Cambios de humor constantes
- Baja autoestima
- Ansiedad/Ataques de pánico
- Miedos y fobias
- Somatizaciones
- Alteraciones del sueño o pesadillas
- Problemas de alimentación
- Problemas de concentración y memoria
- Falta de creencia en uno mism@
- Problemas con la autoridad
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¿Cómo sanar al Niño Interior?
Es importante resaltar que los problemas que la mayoría de los adultos tiene consigo mismos y con los demás es debido a que tienen un niño interior herido, el cual de alguna manera, “está esperando por ser visto, por ser escuchado, abrazado y aconsejado”.
Si eres de las personas que está interesada en la sanación del Niño Interior, primero que nada es importante que sepas que tomar terapia con un especialista es fundamental, ya que siempre tendrás a tu lado a alguien que te pueda guiar aún en los momentos más difíciles, sobre todo cuando las heridas no vistas comiencen a aparecer.
Una de las cosas que también son recomendadas durante este proceso de autoconocimiento, es comenzar a escarbar en el pasado, es decir, buscar en tus recuerdos cómo es que fue tu infancia, cuáles fueron tus mejores y peores vivencias, quiénes estuvieron cerca de ti y cuáles fueron las emociones recurrentes que recuerdas, como por ejemplo: miedo, angustia, paz, enojo, abandono, humillación, etc.
Luego de identificarlas es importante saber que situaciones o personas te las provocaron, y si es una herida causada directamente por alguna persona de tu sistema familiar, será momento de poner manos a la obra y trabajarlo de forma ardua en tu terapia psicológica.
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Ritual de sanación
Ahora bien, si nos vamos a una forma “mágica de sanación”, existe una que te desconcertará un poco por lo que conlleva, pero que te sorprenderá con el tiempo por las cosas que te mostrará.
Se trata de conseguir una muñec@ que se parezca a ti, a la cual vas a ver como si fueras tu.
Para ritualizarla, necesitarás una vela, un incienso y algún dulce o pastelito que te guste mucho.
El ritual se hará de la siguiente manera: en una hora del día en que te sientas cómodo, de preferencia en la mañana o en la noche, vas a sentarte comodamente en una silla y frente a ti vas a poner a tu muñec@.
Vas a prender tu vela y también tu incienso, la vela representa la guía, la luz y el sol, y el incienso la protección de ti y de tu en torno.
Mirarás a tu muñeca y le dirás que quieres conectar con ella, que quieres conocerla, le dirás todo lo que pase por tu mente en ese momento, incluso cosas que te pudiste haber dicho a ti mism@ cuando eras niña, posteriormente invocarás al arquetipo del Niño Interior y dirás tres veces en voz alta, “Yo invoco al arquetipo del niño interior, Yo invoco al arquetipo del niño interior, yo invoco al arquetipo del niño interior”.
Posteriormente volverás a mirar a tu muñec@ y abrirás el dulce o pastelito y simularás que lo estás compartiendo con ella o él.
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Luego de eso, apagas tu vela y dices: “Gracias, gracias, gracias”.
Por 21 días deberás traer a tu muñec@ cargando por el mayor tiempo posible, en cualquier ambiente, y lo mágico es que a través de cosas que veas en las personas, en tus actividades de la vida cotidiana o en sueños comenzarás a recibir mensajes.