LA SILUETA DE LA BELLEZA: DESMONTANDO UNA FOTOGRAFíA

El leopardo es un animal muy inteligente y territorial, se mimetiza para no ser encontrado por posibles enemigos que quieren entrar en su territorio, atacarle o quitarle sus presas.

Uno de los momentos donde se pueden avistar con relativa facilidad es cuando se suben a los árboles, ya que cuando avanzan por la inmensidad de la sabana es más complicado verles o localizarles, ya que están diseñados para no ser vistos, gracias a su pelaje especializado en el mimetismo. Incluso cuando está en un árbol es posible que no le veas.

Los datos de la toma son ISO 1250; f/6,3; 1/200 seg; cámara Sony A7 IV; lente Sony 200-600 mm f5.6/6.3 G OSS; distancia focal 535 mm

Cuando en fotografía tenemos la mayor fuente de luz de frente al objetivo, en la medición de la luz, si hay uno o varios elementos delante, y si el fotógrafo lo desea, puede realizar dos tipos de fotografías. Una es sobreexponer un punto o dos la imagen para que se vea al sujeto con menos luz.

Otra opción, la elegida en este caso, es medir al fondo, donde está la luz más fuerte, y así el sujeto en primer plano quedará expuesto en negro, obteniendo como resultado una imagen en contraluz, que siempre resulta muy atractiva visualmente. 

En este caso se intuye perfectamente el gran árbol con sus ramas, el leopardo tranquilamente tumbado en una de ellas y el atardecer con sus tonalidades rosadas. Es de suma importancia cuando realizamos este tipo de imágenes que, como en este caso, el leopardo esté perfectamente silueteado, es decir, que sepamos qué es con solo mirar la imagen. Aquí, por ejemplo, se intuyen las orejas, la cabeza, el cuerpo por completo e incluso la cola del animal. 

La cola del leopardo es un gran delatador de su ubicación, ya que su forma vertical, cuando lo deja caer, destaca en la silueta del árbol si lo queremos buscar. 

Ya atardece y quedan pocos minutos de luz, escasamente cinco o diez minutos como mucho para estar a oscuras por completo. La luz va bajando con rapidez y hay que estar muy pendientes de la velocidad de obturación. En este caso, mantenemos un ISO 1250, para no tener mucho ruido en la imagen final, y con un 1/200 segundos de velocidad parece que es suficiente, ya que el leopardo no se está moviendo, simplemente ladea la cabeza o mueve levemente las patas.

En la composición de esta fotografía se sitúa al leopardo en la zona superior derecha en un punto de interés visual. El resto del encuadre es un compendio del ramaje del árbol donde habita el animal. De este modo, capturas el lugar donde vive el protagonista en ese momento de su ciclo vital y puedes contar una historia o complementarla con esta imagen. 

Es una imagen muy evocadora de los atardeceres africanos, con un leopardo en su árbol disfrutando del atardecer y esperando la noche para empezar la caza.

2024-04-28T10:12:04Z dg43tfdfdgfd