MáXIMA Y AMALIA DE HOLANDA, DE GALA EN UNA BODA: VESTIDOS DE ALTA COSTURA, ESMERALDAS Y UN COLLAR TUTTI FRUTTI DE IMITACIóN

Cuando hay que vestirse de gala, Máxima de Holanda es de todas las royals la que menos problemas tiene. A la reina le gusta lucir vestidos largos y grandes joyas, y parece que esto lo ha heredado la heredera al trono, Amalia de Orange. Madre e hija estuvieron el pasado fin de semana en una boda celebrada en Austria y por la noche, para la gran celebración, lucieron grandes looks. Mientras que la reina apostó por un vestido fucsia con volantes, la princesa optó por un diseño de alta costura de Roland Mouret.

Guillermo Alejandro, acompañado por su esposa y su primogénita, acudió el sábado pasado al enlace de su ahijada la condesa Leonie de Waldburg-Zeil-Hohenems y el conde Caspar Matuschka, que se celebró en la iglesia de San Carlo Borromeo del municipio austriaco de Hohenems. Para la ceremonia, Amalia sorprendió al elegir un vestido de Farm Río con flecos y mangas abullonadas, mientras su madre optó por un diseño rojo de Natan con pamela a juego.

Ahora, se han publicado las fotos de la cena que hubo tras las nupcias. Y hemos podido ver con detalle los looks de gala elegidos por Máxima y Amalia. La argentina recuperó de su armario un vestido que estrenó en 2007, para las celebraciones del 40 aniversario de su marido. Se trata de un diseño fucsia, con escote palabra de honor, y volantes, algunos de ellos decorados con encaje, del diseñador Edouard Vermeulen para Natan. La reina llevaba un chal a juego colgado de los brazos.

Al igual que hizo cuando lo estrenó en 2007, Máxima combinó el vestido con un impresionante collar formado por diamantes, esmeraldas talladas, rubíes y zafiros. La gargantilla guarda mucha semejanza con el colla Tutti Frutti que Cartier creó especialmente para la socialite Daisy Fellows en la época de los cuarenta. Pero no es la misma, pues la de la argentina es una copia (o inspiración) del original.

Máxima de Holanda, con el mismo vestido y collar en 2007. (Gtres)

Fue Guillermo Alejandro, por aquel entonces príncipe heredero de Orange, quien adquirió el collar y la pulsera a juego en 2007 en una subasta de Christie's para hacerle un regalo a su mujer. El collar le costó cerca de 32.000 euros, mientras que la pulsera no llegó a los 29.000. En total, el ahora rey desembolsó 61.000 euros por estas joyas que se realizaron con piedras preciosas.

Por su parte, Amalia brilló con un atrevido vestido de Roland Mouret, con un pronunciado escote. Nos encontramos ante un diseño de alta costura confeccionado en crepé color verde esmeralda, de silueta recta y con escote en U. Lleva una capa de gasa transparente fluida que cubre los hombros y la espalda. Su precio es de 2.200 euros, y sigue a la venta en algunas webs multimarca.

El vestido de la princesa Amalia. (Roland Mouret)

La princesa heredera completó su look con unas valiosas piezas del joyero real de los Orange, en concreto unos pendientes de esmeraldas y diamantes, y un collar a juego, pertenecientes a la parure de esmeraldas de la familia real. Como dato curioso cabe señalar que a su llegada, Amalia llevaba en las manos unas zapatillas para cambiarse las sandalias que lucía si le dolían demasiado para bailar. Un gesto que hacen muchas mujeres en las bodas. Chica lista.

2024-06-28T10:29:08Z dg43tfdfdgfd