¿POR QUé EL COLOR BLANCO Y LA MADERA ES LA PAREJA GANADORA EN INTERIORISMO?

La madera y el blanco son un dúo perfecto en la decoración. Bonito, sobrio, agradable, cálido: hay muchísimos adjetivos para definir a esta pareja de éxito en el interiorismo. Sin duda, la madera tiene un ‘no sé qué’, que resalta el blanco y lo hace destacar; y viceversa, el blanco tiene la capacidad de darle a la madera el protagonismo que merece, realzando su calidez y textura. En este artículo te vamos a contar por qué acertarás combinándolos; qué vas a conseguir estéticamente haciéndolo en la decoración de tu hogar y, cómo no, dónde encaja mejor este dúo y qué es lo que deberías tener en cuenta para acertar con esta combinación.

En primer lugar, fíjate en el tipo de madera que eliges

Esta parte es clave. Ten en cuenta que hay muchísimos tipos de madera y que decantarse por una u otra definirá el aspecto de cualquier espacio. Por ejemplo, las más cálidas, como el cerezo, la caoba o el arce, tienen tonos más rojizos y anaranjados. ¿Y qué vas a conseguir usándolas? Interiores mucho más cálidos, más conectados con la naturaleza y con un punto rústico o clásico. Cualquiera de estas maderas tendrá todo el protagonismo del ambiente en el que decidas usarlas y el color blanco es el lienzo ideal para que destaquen aún más.

Por otro lado, están las maderas que podríamos calificar como frías; de tonos más grisáceos, como por ejemplo el pino o el fresno, el avellano o el roble blanco. Si estas te gustan más, debes saber que son perfectas para conseguir un estilo más sobrio y para dar forma a espacios de estilo nórdico. Combinando maderas más frías con blancos puros vas a conseguir una estética muy luminosa, relajante y minimalista.

Blanco y madera: la combinación ideal para conseguir el estilo costero que está de moda en la decoración en 2024

Como ya hemos contado en alguna ocasión, los interiores de estilo costal o mediterráneo están de moda en 2024. Son cálidos y agradables, pero al tiempo frescos y fáciles de personalizar. ¿Qué es lo que los caracteriza? La mezcla del blanco, con toques de azul (un color que, con el verde, es tendencia) y texturas naturales, combinado con maderas más frías, como el fresno o el arce. Además, también encajan muy bien las maderas desgastadas, esas que han ido perdiendo cierto tono con el uso. Otra opción pasa por blanquearla, pero, en resumen, el dúo blanco-madera funciona si te gusta un estilo más costero. Llévatelo, por ejemplo, al salón de casa, donde podrás jugar con los accesorios para darle al espacio tu toque personal. También funciona en una entrada, donde puedes añadir el toque verde con plantas.

Un dúo atemporal en la cocina, perfecto para un estilo orgánico

En la cocina, el blanco y la madera es una pareja que no pasa de moda. Ahora que el concepto abierto domina en la distribución de la vivienda moderna, se trata de una combinación versátil y elegante que tiene muchísimos adeptos. La mayoría de los propietarios que eligen el blanco en su cocina lo hacen por una razón específica: que encaje en el resto de la decoración.

El blanco es la base perfecta a la que luego añadir color o dar forma a un estilo determinado. Vamos con algo más concreto. El dúo blanco y madera de pino, por ejemplo, es perfecto para darle a la cocina un toque más clásico y tradicional, pero también aportará un punto nórdico, sencillo y orgánico gracias a los nudos de la madera (lo mismo que sucede con las vetas del mármol). No es la única combinación que funciona. Pino, acero inox y blanco en las paredes dará lugar a un espacio sofisticado, minimalista y que rebosará luz.

 

La pareja blanco-madera no tiene por qué resultar aburrida

Quizá te estés planteando que todo esto que te contamos está muy bien, pero que con la combinación madera-blanco se corre el riesgo de dar forma a ambientes un tanto sosos y monótonos. Desde ya, la respuesta a esa duda es un no rotundo. ¿Cómo evitar que eso pueda pasar? Sencillamente, te invitamos a jugar con el color blanco en diferentes tonos y texturas. En un dormitorio, por ejemplo, no toda la ropa de cama tiene que ser del mismo blanco. La colcha puede ser de algodón y la butaca del rinconcito de lectura, de un blanco roto en una textura bouclé. Si mezclas terciopelo y lino, también conseguirás un bonito juego de texturas y, en consecuencia, variaciones de color. En cuanto a la madera, la puedes usar en el cabecero para aportar una nota cálida. Si aun así, el espacio no termina de convencerte, ¿por qué no añadir algo de color con una obra de arte o algún accesorio, como mantas o plaids en un beis suave, tal y como se ha hecho aquí?

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