SOBRE LA NOVIA MADRILEñA QUE SE CASó CON EL VESTIDO BRIDGERTON Y LOS ZAPATOS PLATEADOS MáS ORIGINALES

Cuando de vestidos de novia se trata, la historia podría resumirse tal que así: o clásico o moderno. Y luego hay un pequeño gran grupo en el que ambos extremos se mezclan y configuran modelos en los que no hay ni tendencias detectables ni estéticas más o menos conocidas. Es decir, vestidos que son un género nupcial en sí mismos.

Uno de estos interesantes modelos ha aparecido en la boda de Carmen Gómez Acebo y Borja Álvarez y lo ha llevado, por supuesto, la novia en cuestión. Definirlo es difícil, de manera que tampoco tiene mucho sentido localizar las posibles tendencias que atesoraría, aunque en este caso, al ser un diseño tan personal, sí que podemos apoyarnos en ciertos detalles para trazar su ya de por sí compleja geografía.

Se trata de un modelo de corte imperio, es decir, la silueta que se hizo más popular en el S.XIX, y que combina lo apretado de un escote recto con una falda abombada hasta los pies. Sí, es el estilo practicado en la serie Los Bridgerton (Netflix) que precisamente transcurre en dicho período o en películas como Emma y Sentido y Sensibilidad. Sin embargo, la complejidad del diseño no finaliza aquí, ya que añade el detalle de una tela plisada que se recoge en un lateral del modelo y que por lo tanto genera ese acabado que se asemeja a una cortina veneciana.

La boda de Carmen y Borja celebrada este pasado fin de semana en Madrid se esperaba como solo se esperan los grandes acontecimientos, con ganas y ciertos nervios. Y si bien la idea que se tiene sobre los novios en cuestión invitaba a pensar en un enlace muy clásico, el vestido de Carmen Gómez Acebo llevó a concluir justo lo contrario. La guinda del pastel fueron unos preciosos zapatos plateados acabados en punta que de alguna manera confirmaron lo que la había apuntado detalles anteriores: una novia Bridgerton es de todo menos clásica.