De Vivian Ward en Pretty Woman a la princesa Diana de Gales en los 80, pasando por el registro folclórico más exportable fuera de nuestras fronteras, el vestido de lunares goza de un envidiable estatus dentro del imaginario de la moda. Y es que, al igual que las sempiternas flores, el estampado de lunares, en cualquiera de sus iteraciones, disfruta de su particular momento cuando los rayos de sol empiezan a calentar; tanto es así, que los coquetos “polka dots” están ya salpicando algunos de los vestidos más bonitos y virales de las colecciones de primavera, tanto de moda mainstream como firmas más nicho. Por no hablar de que las pasarelas primavera/verano 24 también lo recuperaron para proponernos algunos de los outfits más fluidos y sofisticados (véanse si no, los diseños de Alessandra Rich, Dolce & Gabbana, Balmain o Carolina Herrera). Aquellos modelos de corte más impecable y sartorial, además de servirnos para alinearnos con la tendencia clásica siempre vigente (dejemos a un lado, por un momento, el viral estampado de leopardo), nos vestirán especialmente en las bodas y eventos que tenemos por delante esta temporada, la cual es una consigna imprescindible que vamos a defender en este artículo.
Antes de hacer un repaso por las versiones y patrones más chic y en tendencia, te vamos a demostrar, dándote tres razones de peso, que el vestido de lunares debería ser una las elecciones de cabecera a considerar cuando se trata de construir un estilismo de invitada sublime, con un rollo vintage irresistible pero al mismo tiempo con un punto actual, contemporáneo difícil de conseguir con otros estilos:
Esta temporada hay un buen puñado de estilos sobre la palestra, buena parte de ellos inspirados en lo que vimos sobre las pasarelas SS24, y a decir verdad, a cuál más bonito… En el street style, las influyentes del mundo de la moda y el mundo de las invitadas de boda, vienen demostrando una larga trayectoria a la hora de interpretar registros con vestido de lunares, por lo que hemos decidido hacer un repaso según cada estilo personal o cada ocasión o evento. Apostamos a que antes de terminar de leer este artículo ya has añadido un vestido de lunares a tu radar más próximo.
El plus de estilo: El escote aporta sensualidad y la caída del tejido otorga fluidez y ligereza a un modelo impactante para bodas y eventos de noche.
El plus de estilo: Los pliegues de la falda, capa y el drapeado del vestido añaden dramatismo y fluidez a un look de invitada de ensueño.
El plus de estilo: Los micro volantes y esa flor en 3D hechos con el mismo tejido que aportan gracia y movimiento al cuerpo.
El plus de estilo: Sin duda, el tocado tipo plato con detalles florales y rejilla es el detalle imprescindible para ganar sofisticación.
El plus de estilo: El escote tipo lechera y la manga farol son la clave de un estilo más romántico.
El plus de estilo: Añade una blazer en blanco o negro, unas sandalias de tacón y el golpe de efecto es un look elegante y perfecto para un evento formal de día.
El plus de estilo: Tiras de encaje negro adornando el escote y la cintura, micro volantes en las mangas y el cuerpo del vestido, flores en relieve… Todo suma a la hora de lucir el perfecto vestido de lunares para invitadas.
El plus de estilo: Ya sea en negro o marino con topos blancos, o en blanco con lunares negros, nos encanta su vocación todoterreno, adaptándose tanto a dress codes elegantes y formales como más relajados y effortless.
El plus de estilo: La hechura ceñida y el drapeado dibujando las curvas del cuerpo son responsables del estilo sexy de este tipo de vestido.
El plus de estilo: Los tirantes y el escote le dan ese rollo effortless y afrancesado ideal para aquellas invitadas que no desean un código demasiado dressy o elevado.
El plus de estilo: Las mangas y el cuello con lazada lo convierten en una opción sofisticada para las bodas y eventos de entretiempo, cuando todavía hace fresco para ir con los brazos al aire.
El plus de estilo: Ese mix tan acertado de tramas de lunares opuestas, lunares negros sobre fondo blanco y viceversa, todo en una sola pieza.