¿Te imaginas unas chips caseras tan crujientes y sabrosas que desbanquen a las del supermercado? Con esta receta de chips caseras crujientes de cebolla y parmesano no solo es posible, sino que además son muy fáciles de preparar. Perfectas para un aperitivo con amigos o para picar algo mientras ves una película, su sabor intenso y su textura ligera las convierten en un bocado irresistible. ¿Te animas a probarlas?
Corta la cebolla en rodajas finas con un cuchillo afilado o una mandolina.
Distribuye el parmesano rallado sobre una bandeja de horno forrada con papel de horno.
Coloca encima las rodajas de cebolla, procurando que queden bien repartidas sobre el queso y sin que se sobrepongan unas sobre otras.
Condimenta con las especias que prefieras (en nuestro caso, pimentón y hierbas provenzales).
Hornea en el horno precalentado a 200 °C durante 15 minutos. Deja enfriar fuera del horno para conseguir unas chips ultracrujientes. ¡Y listo!