AZAFRáN: LA ESPECIA QUE ACTIVA EL COLáGENO DE LA PIEL Y PREVIENE EL ENVEJECIMIENTO
Todos sabemos el delicioso sabor que aportan las especias en nuestros platos, y es que, muchas veces, estas son el secreto para marcar la diferencia en su sabor. Así, debo confesar de que al principio, cuando estaba iniciándome en el mundo de la cocina, no era muy dada a utilizarlas. No entendía por qué mis platos no quedaban como quería: siempre les faltaba sabor. Todo cambió cuando descubrí el secreto de las especias y mis recetas empezaron a ser deliciosas. Aunque no todo reside en su sabor, este "añadido" también es esencial por las propiedades beneficiosas que aporta a nuestro organismo.
De hecho, una especia que seguro que tienes en tu despensa y que no sabes que es la clave para mejorar el estado de tu piel. Pero, ¿cómo? Porque ayuda a crear colágeno, una de las proteínas más esenciales para la correcta regeneración de la piel, articulaciones y huesos. Así que sí, hoy, desde la redacción de Saber Vivir vamos a contarte cuál es la especia que a partir de ahora no dejarás de añadir a tus platos por sus increíbles propiedades, además de delicioso sabor, claro. Es una tradicional de nuestro país. ¿Sabes ya de cuál te hablo? Del popular azafrán.
Los beneficios del azafrán en nuestro organismo
Más allá del uso que le daban nuestras abuelas al azafrán, este puede ayudar a que tengamos una piel radiante. La especia se consigue a partir de los estigmas de la flor del Crocus sativus, conocida como "rosa de azafrán". Es una gran fuente de proteínas, hierro, potasio, fósforo y dimetil-crocetín, un compuesto que ayuda a mejorar el estado de ánimo. Así, el azafrán cuenta con muchos beneficios, pero por el que destaca es por la creación de colágeno. Según un estudio de Elsevier, el azafrán es capaz de promover el desarrollo de colágeno y ácido hialurónico en HDFn. De esta forma, comer azafrán nos protegerá de los radicales libres creados por la contaminación, rayos del sol y radiación. Cuando llegamos a los 25, la creación de la proteína va disminuyendo poco a poco. Es a los 40 cuando podemos empezar a notar los efectos de este proceso, y por eso, es esencial que comamos e introduzcamos en nuestro estilo de vida productos y alimentos que contengan colágeno.
Hemos hablado de la piel, pero la especia no solo nos ayuda a mejorar nuestras articulaciones y brillo. También tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias gracias a que es rica en carotenoides y flavonoides, tal y como demostró la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. Incluso, ayuda a la pérdida de memoria, según el estudio Saffron in the treatment of patients with mild to moderate Alzheimer’s disease: a 16-week, randomized and placebo-controlled trial de Clinical Pharmacy and Therapeutics.
Así, hemos hablado de los beneficios del azafrán, pero, ¿ya sabes cómo introducirlo en tu dieta? Como somos fans de las nuevas recetas, vamos a enseñarte una con la especia que está para chuparse los dedos.
Cómo hacer risotto de azafrán
Como siempre es bueno aprender nuevos platos, vamos a contarte una de nuestras preparaciones favoritas con azafrán para que obtengas sus beneficios sin esfuerzo. ¡Lo mejor es que está para chuparse los dedos! Ahí va el risotto de azafrán.
Ingredientes
- 1 litro de caldo de pollo o vegetal
- 1/4 cucharadas de azafrán
- 2 cucharadas de mantequilla
- 1 cebolla pequeña
- 2 dientes de ajo
- 350g de arroz arborio
- 125ml de vino blanco seco
- 60g de queso parmesano rallado
- Sal y pimienta al gusto
Preparación
- El primer paso es que calientes el caldo en una olla a fuego medio. Una vez esté listo, añade el azafrán y deja que infusione durante 5 minutos más. Ten en cuenta que deberás haber bajado el fuego.
- Por otro lado, sofríe la cebolla picada con el ajo en una sartén con mantequilla a fuego medio. Sofríe hasta que esté transparente la cebolla y luego añade el ajo.
- Después, agrega el arroz en la sartén y mézclalo bien para que se impregne con la mantequilla durante 2-3 minutos. Luego, Pon vino blanco y remueve hasta que el vino se haya evaporado.
- Cuando ya esté listo, añade el caldo poco a poco sin dejar de remover. Espera a que todo el líquido se absorba antes de añadir más.
- Una vez ya cocido, retira la sartén del fuego y pon más mantequilla y el queso parmesano. Remuévelo bien hasta que quede todo jugoso y salpimienta al gusto.