La carne tiene muchos de los nutrientes más importantes que necesitamos para que nuestro cuerpo funcione correctamente. Es cierto que se pueden obtener de otras fuentes de alimentos. Los vegetarianos o veganos también pueden tener una alimentación igual de completa a base de frutas y verduras.
La base de cualquier dieta es la variedad. Tenemos que conseguir todos los nutrientes esenciales que necesita nuestro cuerpo para funcionar. Hoy os quiero hablar de la carne y lo beneficiosa que es. Hay distintas formas de comerla, y sí ¡también cruda!
Algunos nutricionistas aseguran que comer este tipo de carne nos ayuda a asimilar mucho mejor sus proteínas, pues el proceso de cocinado suele romper y diluir dichas moléculas, reduciendo su poder. Aun así, alertan igualmente que su presencia en la dieta debe ser moderada.
Higiene: Es fundamental que la carne sea manipulada de forma higiénica para evitar la contaminación con bacterias.
Frescura: La carne debe ser extremadamente fresca y de buena calidad.
Origen: Es recomendable adquirir la carne de proveedores de confianza que garanticen su calidad y procedencia.
Preparación: La carne cruda debe prepararse de forma adecuada para eliminar cualquier riesgo de contaminación.
- Agua: Entre el 60 y el 80% del peso de la carne es agua, para estar hidratados.
- Proteínas: Son fundamentales para reconstruir nuestro cuerpo y mantenerlo a punto. Son los encargados de formar y reparar el tejido muscular, así como los huesos, los tendones, la piel, el cabello y todos los tejidos de nuestros órganos. Las carne posee entre un 20 y un 25% de proteínas, que a su vez el 40% son aminoácidos esenciales que nuestro cuerpo no podría obtener de otra forma que no sea aparte de la dieta.
- Grasas: La gente cuando escucha esta palabra quiere huir, pero como ya os he hablado antes, las grasas monoinsaturadas (ácido oléico) son beneficiosas para los vasos sanguíneos, reduciendo las posibles enfermedades cardiovasculares
- Vitaminas: La carne contiene elevados niveles de vitamina B como la B1 tiamina, B3 niacina, B6 y B12. Además tiene vitamina A y E.
- Minerales: Según el tipo de carne obtendremos de forma natural hierro y zinc, muy recomendable para personas que padezcan anemia.
- Sustancias nitrogenadas no proteicas: como aminoácidos libres, péptidos, nucleótidos y creatina entre otros.
La diferencia principal entre la carne cruda y la cocinada es que la estructura de la molécula de la proteína se modifica cuando la manipulamos, rompiéndose y diluyéndose, siendo más sencilla su digestión. Por otra parte, dependiendo del tipo de cocción que apliquemos a la carne es posible que pierda parte de sus nutrientes esenciales, debido a la sudación que sufre. Esto se puede evitar sellando previamente la pieza o cocinando con altas temperaturas. En el caso de la carne cocida o al horno, el agua o el jugo que suelta con todos los nutrientes se puede aprovechar para hacer un delicioso caldo o una salsa.
Es importante destacar que si queremos consumir carne cruda nos exponemos a toxinas y microorganismos que pueden estar presentes y que se eliminarían fácilmente al recibir calor. Es recomendable que siempre que quieras realizar platos con carne cruda o poco hecha, compres carne de primera calidad en lugares de confianza. Yo siempre compro carne ecológica, procedente de animales que han pastado en libertad y que no han sido sobrealimentados con cereales y hormonas. Esto no solo se notará en el sabor sino que será mucho mejor para nuestra salud.
Aunque algunas culturas consumen carne cruda, es importante ser consciente de los riesgos asociados. Se recomienda cocinar la carne a la temperatura adecuada para eliminar los patógenos y garantizar una alimentación segura. Si decides consumir carne cruda, asegúrate de hacerlo de forma responsable y siguiendo las recomendaciones de seguridad alimentaria.
2024-08-01T14:22:22Z