La casa prefabricada Modular Modern Farmhouse, construida en fábrica en cuatro secciones y montada en ocho horas con una grúa, fue diseñada por Hoke Ley para una familia de cuatro personas. Se construyó como un estudio de caso para comprender las ineficiencias de las prácticas de construcción tradicionales. Todo el proceso, desde el diseño hasta que estuvo preparada para habitar, duró menos de ocho meses. El resultado final es una casa indistinguible de una construcción 'in situ'. Su arquitectura es moderna, pero reconocible. Y expresiva, pero sobria.
“Al cuestionar la practicidad contemporánea de las prácticas tradicionales de construcción en el sitio, los propietarios buscaron descubrir oportunidades para reducir los costos y los plazos de construcción residencial, al mismo tiempo que buscaban crear un hogar expresivo pero contextual, apto para familias y listo para Net Zero”, cuentas los arquitectos en su web.
El exterior de la casa se complementa con el diseño y la escala local del vecindario. Se agregó un porche envolvente que conecta la casa con la acera y ofrece la posibilidad de disfrutar del aire libre durante todo el año. Las ventanas amplias permiten un diálogo constante con el vecindario. En la planta superior, se colocó una gran ventana en forma de bahía sobre la cama principal, lo que permite la posibilidad de dormir bajo las estrellas.
Para dar profundidad y alivio visual a la fachada blanca y sencilla, se ha detallado un "shadowbox" de aluminio alrededor de una ventana del dormitorio en el segundo piso. El paisajismo de bajo mantenimiento, como el trébol, las hierbas y los árboles nativos, rodea la casa y está diseñado para ser duradero y eficiente en el uso del agua.
Se creó deliberadamente una distribución de planta simple y compacta para adaptarse a la construcción modular y a un terreno urbano estrecho. La huella de la casa, de 7 por 14 metros, utiliza espacios inteligentes para crear una agradable experiencia. Cada rincón ha sido cuidadosamente pensado para garantizar la comodidad y la funcionalidad en todos los aspectos.
El eje largo de la casa está alineado de norte a sur, lo que ofrece la oportunidad de utilizar principios de diseño pasivo. A partir de este punto, los espacios principales y las habitaciones se ubicaron en el lado sur, aprovechando las grandes ventanas que quedan sombreadas por el porche envolvente durante el verano. Además, para garantizar una eficiencia energética óptima, se ha utilizado un aislamiento de alta densidad y se ha creado un envolvente exterior hermético que convierte esta casa en un verdadero hogar Net Zero con la adición de paneles solares.
En cambio, es en el lado norte donde se pueden encontrar, los espacios accesorios. Esta parte se caracteriza por poseer un menor número de ventanas y aberturas, de modo que, con ello, se logra bloquear de un modo más efectivo los fríos vientos invernales. Con el uso de esta estrategia, se ayuda a mantener la casa cómoda y agradable durante todo el año, reduciendo la dependencia de sistemas de calefacción y refrigeración artificiales.
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