A la hora de ahorrar en la factura de la luz, cada mes muchas veces se nos llena la boca hablando de conceptos como la potencia contratada, las tarifas o los horarios en los que la electricidad es más barata. Y sin embargo muchas veces podemos olvidar que hay algunos aparatos en casa, que son auténticos vampiros eléctricos.
Y como el proceso para ahorrar luz consta de múltiples factores, el primero pasa por nosotros mismos y por realizar un sencillo gesto: quitar el enchufe de la pared. Y es que hay algunos dispositivos y electrodomésticos que tenemos todo el día conectados, muchos en modo espera y que sin saberlo pueden estar provocando un agujero en nuestra factura eléctrica mensual.
Un buen ejemplo, ya lo vimos con aquella pareja de jubilados que había descubierto como el humidificador que tenían en el sótano había disparado su factura mensual. Un dispositivo que funcionaba las 24 horas del día los siete días de la semana y que sin embargo no es el único que puede convertir el enchufe en un agujero por el que se escapan los euros.
Y es que, aunque en la casa hay auténticos vampiros energéticos, muchos de ellos pueden quedarse inactivos con solo desenchufarlos o apagándolos y de esta forma evitaremos el consumo en espera.
Que sí, que es cierto que los modernos sistemas de iluminación LED gastan mucha menos energía que las bombillas tradicionales, pero eso no significa que sea conveniente tener todas las lámparas y luces de la casa encendidas continuamente.
Si no son necesarias lo ideal es apagar las luces de casa, puesto que, aunque consumen poco en comparación con las bombillas tradicionales, el gasto energético de muchas de ellas acumulado termina siendo significativo.
Y si no las puedes apagar y tienes bombillas conectadas, siempre puedes crear rutinas y programaciones para que se enciendan solo en momentos determinados, cuando de verdad son necesarias.
Muchos hogares están repletos de altavoces, inteligentes, y ya hemos visto como para aprovechar su funcionamiento. Estos requieren estar siempre enchufados y a la espera de escuchar la palabra mágica que los active. Una acción que se materializa en un incremento de la factura de la luz.
Ya vimos lo que cuesta tener en espera un altavoz conectado con Siri, Alexa o Google Assistant y aunque no pueden desconectarse, ya que pierden la razón de ser, sí que puedes considerar tener una distribución y un número limitado de ellos si notas que tu factura se incrementa cada mes.
En el caso de que en casa tengas además equipos de audio más potentes puedes aprovechar y desconectarlos el tiempo que no los estés usando para así acabar con el consumo en espera.
Llegamos al televisor, un aparato que tiene unas características muy especiales. Por norma general, lo ideal es desconectar el televisor cuando no vayamos a usarlo, puesto que de esta manera nos ahorramos el consumo que tiene el dispositivo. en standby. Pero hay alguna excepción.
Una de las excepciones viene en los televisores que tienen paneles OLED, en los cuales es necesario que el televisor esté siempre enchufado para que en los momentos de espera se lleven a cabo de forma correcta los ciclos que permiten que el panel se mantenga en buen estado.
Además, muchos televisores ya cuentan con la posibilidad de usarlos hasta apagados como centro del hogar conectado, por lo que si se desconectan de la corriente eléctrica pierden esta función. Una buena opción pasa por ajustar la configuración de ahorro de energía en los ajustes de cada modelo.
Para sorpresa de muchos ya vimos como el router pasa por ser el dispositivo de la casa que más consume a lo largo del año. El motivo es que está permanentemente funcionando, las 24 horas del día los siete días a la semana.
Y aunque no es aconsejable desconectarlo, ya que de esta forma perdemos la conexión a Internet, sí que podemos aprovechar en algunos modelos las capacidades de programación que permite establecer horas en las que el router no funciona y a las que está pagado. Eso por no hablar de la posibilidad de apagarlo, cuando no estamos en casa, aunque de esta forma volvemos a tener un caso parecido al del televisor: perderemos el concepto de hogar conectado.
Pulsar un botón del mando a distancia de la Xbox o de la PlayStation y comenzar a jugar sin esperas, puede resultar algo sumamente atractivo, pero como ya vimos en su día, es algo que incide de forma importante en el consumo eléctrico de l aparato.
Por eso lo ideal es configurar la consola de forma que no se quede en modo espera y apagarla totalmente, aunque eso conllevé que al iniciarla, tengamos que perder algunos segundos más esperando a que se inicie el juego.
Con la llegada del calor, el uso de ventiladores y aires acondicionados, se convierte en algo habitual en muchos hogares. Y una forma de limitar el gasto pasa por apagar y desenchufar el aparato cuando no lo estamos usando.
En el caso del aire acondicionado desenchufarlo no es posible, pero si no estamos en casa siempre es conveniente tenerlo apagado para no estar generando un consumo inútil. El ventilador también puede mejorar su eficiencia si por ejemplo optamos por usar programaciones con las mismas opciones del aparato o usando un enchufe inteligente o reloj programador.
Si tienes un ordenador en casa dejarlo en modo encendido y en modo espera es algo que incide en la factura de la luz. Si no hace falta que esté funcionando lo ideal es apagarlo, máxime si se trata de un equipo potente como puede ser un monstruo gaming.
Los equipos más modernos con discos duros SSD tardan muy poco en arrancar, por lo que no vas a tener que esperar prácticamente tiempo si lo apagas y lo enciendes cuando te hace falta usarlo. De esta forma evitarás un consumo que puede ser sorprendente sobre todo con los equipos más potentes.
En el caso de un ordenador portátil, aunque funciona con una batería, siempre es recomendable desconectarlo del cargador cuando la batería ya esté cargada o cuando no lo estés usando. Una medida que afectará tanto al consumo energético como a la salud del cargador en si.
Un clásico en muchas casas es el cargador del móvil siempre conectado. Si no estás cargando el móvil o este ya está cargado, lo ideal es desconectar el cargador de la toma eléctrica. Y aunque consumen muy poco, dejarlos conectados todo el día es una cifra que suma en la factura eléctrica mensual.
Y para el final dejamos un clásico, son los electrodomésticos, quizás los dispositivos que más consumen del hogar. Ahí aparecen en la lavadora, frigorífico, el horno, la vitrocerámica... Prácticamente todos ellos tienen en común el que no podemos desenchufarlos pero a cambio si no los estamos usando el consumo es mínimo.
Lo mejor que podemos hacer es identificar cuáles son los aparatos que más gastan y usarlos de manera eficiente, realizando además un buen mantenimiento para que funcionen de forma adecuada y aprovechando Suso en las horas en las que la tarifa de la luz es más baja.
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La noticia Estos aparatos son auténticos vampiros "eléctricos" en casa. Esto es lo mejor que puedes hacer para pagar menos en la factura de la luz fue publicada originalmente en Xataka Smart Home por Jose Antonio Carmona .
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