CAROLINA HERRERA REVELA EL SECRETO A LUCIR ELEGANTE A LOS 40 Y 80: UNOS BUENOS PANTALONES FLUIDOS
Una vida capturada en imágenes: la historia de cómo el talento y la belleza latinoamericana conquistaron al mundo de la moda. La aristócrata venezolana, Carolina Herrera, quien construyó un legado cimentado en la firme creencia de que “la edad no significa nada cuando algo te apasiona”, ha protagonizado algunos momentos de moda icónicos, en el siglo pasado y en la actualidad. Hablar de ella es hablar de la mujer que confeccionó una nueva era de diseño americano en los años 80, con sus colecciones que exclamaban sofisticación y feminidad, representando la antítesis de un armario aburrido. Desde Venezuela hasta Nueva York, su imagen quedó inmortalizada: las camisas blancas –su elemento insignia– y la sastrería. Impulsando así una revolución bajo su nuevo uniforme, en el que predominaba la cintura ceñida, faldas largas, colores vivos y pantalones fluidos.
Si algo define el legado de Carolina Herrera es la noción acerca de la elegancia encontrada en las prendas más clásicas. Su impacto continúa resonando hasta la actualidad gracias a la minuciosa realización que aún rige el ethos de los diseños de su casa de moda, un acierto poco visto que sirve como testamento a la tradición, demostrando que sí se puede mantener la esencia de un diseñador tiempo después de su debut y tras pasar la antorcha a nuevos directores creativos, siendo hoy su sucesor Wes Gordon.
Además de fundar una de las marcas de raíces latinoamericanas más relevantes en el sector de la moda, su estilo tomó un lenguaje propio que enamoró a los armarios de las mujeres de todo el mundo. Reconocida por Vanity Fair como una de las mujeres mejor vestidas de toda la historia y ganadora al premio CFDA (American Womenswear Designer of the Year) en 2008, la originaria de Caracas tiene todas las credenciales para ser considerada una prescriptora de estilo y tendencias.
Así llevó Carolina Herrera los pantalones fluidos en sus 40 y en sus 80
Viajemos hasta el año de 1985, la diseñadora acaba de presentar su colección Primavera-Verano. Una pasarela, veinte conjuntos y un sinfín de poses después, se despide con una reverencia. Siempre con una sonrisa en su rostro, aretes de perla, su pelo impecablemente recogido y unos pantalones fluidos combinados con una blusa de cuadros vichy. Es, simplemente, un look infalible que, en su infinita feminidad y elegancia, convierte a esta prenda en una pieza inmune a las cambiantes tendencias.
30 años después, Carolina Herrera continuó confiando en esta pieza. En 2019, luego de haber dejado la dirección creativa de su marca, se le vio a la salida de uno de sus desfiles luciendo un atuendo con esa sofisticación que distingue a su portadora: pantalones sastre con caída fluida, zapatos pumps bicolor, chaqueta con acabado en péplum y un delicado cinturón. Si esto no confirma la atemporalidad de los pantalones fluidos, no sé qué lo hará.
La tendencia de los pantalones fluidos en 2024
La prenda desafía el paso del tiempo y se ha evidenciado en las pasarelas de Primavera-Verano 2024, que bien pueden ser la réplica del estilo de Carolina Herrera. Desde la Semana de la Moda en Nueva York, Ralph Lauren mostró unos pantalones sastre en color crema con dobladillo, combinados con una blusa de manga corta con estampados bohemios en transparencias sutiles. Misma fórmula con la que Alberta Ferretti, en Milán, mostró sus pantalones, aunque la firma italiana apostó por una camisa a botones con pliegues esculturales y un blazer a juego.
Del otro lado del continente, en París, Valentino hizo de los pantalones fluidos negros a la cadera la réplica contemporánea del conjunto sastre de Carolina Herrera de los 80. En conjunto de un blazer sastre con solapas cortas y hombros puntiagudos, se convierten en el dúo más sensual, de estética minimalista y clásica.
Fforme también llevó el sello de Carolina, en un conjunto monocromático, mostrando que las prendas clásicas no son monótonas. Con corte holgado y escote profundo, los pantalones mantuvieron la caída necesaria para crear el efecto de fluidez, balanceado por la amplitud de la chaqueta-blazer.