Tengo una rutina de cuidado de la piel muy específica: empiezo por una leche de ceramidas, un suero de ácido hialurónico y me sigo con una crema humectante. El paso final, siempre es mi protector solar, un paso no negociable. Con los años he probado todo lo que ha caído en mis manos: bloqueadores de farmacia, de supermercado y recientemente comencé a probar uno coreano. Me lo recomendó la experta en dermo-cosmética coreana Sara Jessica Mizrahi Edid, quien me inició en este mundo de belleza avanzada.
“Para escoger un buen protector solar hay que tomar en consideración varias cosas”, me explica la fundadora de Nuup Studio. “Tienes que saber qué acabado quieres, luminoso o matte y en qué presentación, en barra, crema o líquido”. Dependiendo de tu tipo de piel. También me recuerda que el producto puede cambiar dependiendo de la hora en la que te lo aplicas, si es a primera hora del día puedes tener uno líquido y además uno en barra en tu bolsa de mano para reaplicarlo a lo largo del día.
El otro factor clave es el SPF, Mizrahi recomienda que el protector solar sea mínimo de 50++++. “Eso no es negociable”, afirma. “Aunque en el cuerpo tal vez puedas aplicarte 30 SPF”. Por otro lado, la experta advierte que en la ciudad, el bloqueador (sin importar cuál sea), se debe reaplicar cada 3 horas y en la playa cada 2.
Ahora, ¿qué pasa cuando ya te aplicaste todos tus productos de la piel y llegas al paso final?: el protector solar. Y entonces, tu piel se comienza a ver deshidratada y craquelada. “Si tú te pusiste crema, esta es oclusiva y sella todos los sueros", afirma. "Pero lo que sí podría pasar, es que si tu bloqueador tiene mucho zinc, este absorba la hidratación que ya tenías”. Así que si te habías preguntado por qué tu piel no se ve jugosa ni luminosa, puede ser que tu bloqueador solar físico tenga algo que ver.
Si no sabes cómo distinguirlo, empieza por leer la etiqueta y si encuentras ingredientes como óxido de zinc y dióxido de titanio probablemente tengas un protector físico. También puedes diferenciarlo por tener una textura más espesa. Pero tranquila, no quiere decir que no sean efectivos para proteger la piel, al contrario, este tipo de filtros minerales funcionan como un escudo que refleja los rayos UV. Lo que pasa con ellos es que algunos tienen demasiado zinc y esto deja un residuo blanco (señal de que el bloqueador funciona), pero que puede no ser favorecedor en pieles morenas u oscuras, pues las hace ver grises y opacas.
Una solución pueden ser los bloqueadores químicos, que tienen una textura más ligera y no dejan ese velo blanco que mata la luminosidad y la hidratación. Y si nos vamos más allá, la ciencia apunta a los protectores solares coreanos que están revolucionando la protección de la piel y al mismo tiempo su salud. “La maravilla de estos productos solares coreanos es que no solamente protegen, también hidratan y calman, dependiendo de su función”, cuenta la fundadora de Nuup Studio. “Algunos tienen antioxidantes con ingredientes como la vitamina C o el resveratrol, otros más con propiedades calmantes cómo la centella asiática y algunos con hidratantes como el ácido hialurónico y las ceramidas”. Esto es una gran ventaja, pues al mismo tiempo estás aplicando tratamiento a tu piel.
Ahora, qué es lo que pasa con los protectores solares con color para la cara. La experta en dermo cosmética me dice que muchas veces no nos ponemos la cantidad adecuada. “Hay algo muy importante, en todas las botellas donde leas SPF 50++++ debes de ponerte “dos dedos completos” y eso normalmente no pasa con un bloqueador con tinte", dice convencida. Pues el rostro se comienza a ver pastoso con tanto producto de color. “Por eso yo siempre me aplico tres protectores solares. Primero uno de barra, porque así me aseguro que lo estoy pasando por todo mi rostro, luego otro protector que tenga acabado luminoso y termino con unas gotitas de protector solar con color para unificar el tono de mi piel”, finaliza. Con estos consejos de experta llevarás tu rutina de cuidado de la piel al siguiente nivel.