LOS CALZONCILLOS YA NO SON SOLO COSA DE HOMBRES

Comenzamos con una frase que quizás haga a alguna bostezar, porque emplear el término “confinamiento” a mediados de 2024 tendría que estar penado por la ley, pero es menester hacerlo para señalar que fueron esos meses de aislamiento los que cambiaron de forma definitiva nuestros armarios. Ya lo dijo hace cuatro años a 'Elle' Marta Escoda, estilista y personal shopper de 'Emquedabe', que sin duda, acertó con sus predicciones al señalar que creía que tras la pandemia, la moda derivaría "hacia el máximo confort, una moda minimalista sin grandes pretensiones, con piezas monocromáticas, cómodas y versátiles".

Estaba en lo cierto: la comodidad se ha erigido desde entonces como el imperativo a la hora de vestir, pues hemos hecho de las prendas holgadas nuestras favoritas, dejando atrás las asfixiantes tendencias que en tantas ocasiones limitan el confort en aras de imponer una estética que por cierto, en raras ocasiones ha sido orquestada en realidad por mujeres.

Aunque la gala MET ha demostrado que la industria sigue empeñada en que los corsés y las prendas que limitan nuestra movilidad continúen dictaminado lo que es tendencia, en el mundo ajeno a interminables escalinatas, flashes y vestidos de arena que funcionan como jaulas, se imponen los diseños que pisotean el ya arcaico “para lucir, que que sufrir”. Del mismo modo que los sujetadores push-up de Victoria’s Secret dejaron paso a los diseños sin costuras de marcas como Sloggi y Skims -por más que esta última acabe de lanzar una línea de sujetadores con el clásico efecto Wonderbra-, las prendas han abrazado la comodidad en su lucha por borrar además las barreras de género.

La pasarela, que funciona en ocasiones como impulsor de tendencias (a causa del denominado efecto trickle-down) y otras tantas, como reflejo de la sociedad, se hizo eco del amor por la comodidad al abogar por el universo más hogareño no recurriendo en esta ocasión a los 'slip dresses', sino a los boxers que emulan a los calzoncillos. Miu Miu apostó en sus colecciones estivales 2023 y 2024 por esta tendencia, haciendo que los boxers sobresalieran por encima de sus prendas, y tras empeñarse las celebridades en hacernos creer que ir en bragas por la calle la tendencia 'no pants' es posible (con figuras como Kendall Jenner luciendo un conjunto de Bottega Veneta que si bien es cierto funciona a la perfección para los paparazzi, no es apta para ir al supermercado), la fórmula adoptada por la calle para llevar las tendencias imposibles al día a día ha sido cambiar la lencería femenina por la masculina.

Entonces entró en juego una frase que en 2024, quizás no sea motivo de cárcel, pero sí de pereza: “Se lo robé a mi novio” ¡como si tuviera yo novio a quien robarle algo!. Esta frase se empleaba antes del amor por la moda oversize para justificar el uso de camisas y blazers XL y cómo no, se asocia con los boyfriend jeans (por si el término no lo deja lo suficientemente claro), y ahora llega el turno de los shorts en clave boxer.

Firmas como Speltham, WNU y HommeGirls han impulsado esta tendencia y han llevado más allá sus claves al acompañar sus shorts, que probablemente harán a alguno de tus amigos soltar alguna bromita sobre si “vas el calzoncillos” (estamos en 2024 y es imposible que el día que lleve una falda midi de cuadros, alguien no me pregunte si voy de picnic), con camisas a juego. En España la firma abanderada de esta tendencia es Hand Over, “la única marca que produce bajo demanda los boxers de tu ex desde Madrid”, que lanza una irresistible colaboración con Stradivarius, donde ambas marcas reivindican el uso de los calzoncillos en los estilismos femeninos y elevan esta prenda hasta convertirla en un 'must' de la temporada.

El éxito de la marca es tal que lleva meses recibiendo un amplio volumen de pedidos. “Intentamos realizar una producción justa con el medio ambiente y económicamente sostenible, en la que evitamos restos de stock. Por este motivo, cuando realizas tu pedido, nuestro atelier inicia la producción de cada producto uno a uno. En circunstancias normales, la producción no debería tardar más de una semana. Sin embargo, hemos experimentado un gran volumen de pedidos durante los últimos meses y, aunque hacemos todo lo posible para tener sus artículos listos lo antes posible, los tiempos de producción han aumentado ligeramente”, advierte la web de la marca.

“Empecé Hand Over con ropa de segunda mano, empleando boxers comprados en otras tiendas e incluso apostando por algunos de mis propios ex novios. Mucha gente me preguntaba de dónde eran, porque por aquel entonces, este era un mundo que no había sido tan explorado ni era tan divertido. Empecé a seguir ese rumbo, y decidí hacer diseños propios y elegir diferentes estampados y colores”, explica Arianda Diaz, CEO & Founder de Hand Over. “Me gusta la mezcla de prints de la marca, porque hace que sea una prenda básica y sencilla, aunque la combinación se encarga de que sea un diseño divertido que demuestra personalidad”, explica a ‘Elle’.

Recibió un correo de Stradivarius en el que la marca le proponía poner en marcha una colaboración que acaba de llegar a las tiendas. “Me hace mucha ilusión. El boxer es la prenda insignia de la firma, pero me gusta la idea de crear un armario repleto de prendas básicas y reinterpretadas con las que conformar tu personalidad. Sin duda, ha sido una gran oportunidad. Se trata de crear ropa interior pensada para ser empleada en el exterior”, asegura la diseñadora. “Creo que por fin las mujeres están encontrando su sitio en el mundo laboral, y ya no han de apostar por esa idea de "lo sexy" como atracción, sino como empoderamiento”, explica.

Hemos visto a influencers como Gemma Galán lucir diseños de Hand Over, y no es la única creadora de contenido de nuestro país que se ha enamorado de esta tendencia, pues Blanca Miró ya ha apostado por las creaciones de Yaitte, otra de las marcas que siguen esta moda.

Julia Fox, Bella y Gigi Hadid son algunas de las celebridades internacionales que han apostado por esta tendencia que ante la cercanía del calor, sin duda va a ser una de las más aplaudidas de la temporada. En la adaptación cinematográfica de ‘Romper el círculo’, Blake Lively lleva diversos looks en los que calzoncillos estampados asoman por encima de sus pantalones, por lo que quienes tengan cierto recelo a ir por la calle en boxers, pueden seguir las máximas estéticas de la actriz.

Este verano, cuando alguien te pregunte si vas en pijama o calzoncillos, te proponemos una respuesta tajante: “Actualízate: Estamos en 2024”. Porque salir en bragas es todavía de valientes, pero en boxers, de estilosas. Por cierto (quizás me estoy jugando la vida, o como poco, el trabajo por esto), pero la semana pasada, hablando con Paula Llanos, jefa de moda en ELLE.es acerca de esta tendencia, dijo una frase digna de enmarcar: “El calzoncillo es el nuevo salto de cama”. Y lo es. Vaya si lo es.

2024-07-27T06:12:40Z dg43tfdfdgfd