LOS TRES VESTIDOS DE NOVIA DE BEA GIMENO: 'MADE IN SPAIN', FIEL A LO BOHO Y DESCALZA
Bea Gimeno, la creadora de contenido que ha captado la atención con su estilo personal, ha vuelto a sorprender, esta vez con los tres vestidos de novia que eligió para celebrar su boda con Nacho Aragón, el hijo menor de Emilio Aragón y Aruca Fernández-Vega. La pareja celebró su enlace en tres días consecutivos en Mallorca, y en cada evento, la influencer optó por diseños de reconocidas firmas españolas, mostrando su apoyo al talento local. Desde un look sofisticado y minimalista para la ceremonia religiosa hasta un estilo bohemio y desenfadado para la boda civil, cada atuendo tuvo un papel protagonista.
El primero de los estilismos lo llevó durante la ceremonia religiosa, que tuvo lugar el jueves 5 de septiembre. Para este evento íntimo, al que solo acudió la familia, Gimeno confió en la diseñadora gallega Helena Mareque, con quien ya había trabajado anteriormente, por ejemplo, para su pedida de mano. Mareque es conocida por sus diseños atemporales y románticos, y este look no fue la excepción.
La influencer apostó por un conjunto poco convencional: una blazer confeccionada en un tejido de sastrería masculina fabricado en tono blanco roto, que combinó con unos delicados pantalones de encaje exclusivo. Este look, elegante y minimalista a la par que boho, rompe con el estilo tradicional de los vestidos de novia. La joya del estilismo fue un top de tirantes y de corte crop inspirado en lenceria con relieves.
"Terminamos el outfit con un pañuelo de satén de seda natural al estilo francés, y un bolso de mimbre lleno de flores campestres, un guiño a Jane Birkin", detallaron desde la firma. Complementó el conjunto con un ramo de paniculata con hojas verdes, una creación de la floristería La Rosaleda en Palma de Mallorca, que aportaba un aire natural.
Pero lo importante del atuendo era el diseño elegido. “Bea nos visitó en nuestro estudio de la calle Don Ramón de la Cruz (Madrid) con la idea clara de llevar alguna pieza de sastrería como guiño a la marca masculina de su prometido”, explicó el equipo a Vanitatis hace unos días.
El viernes 6 de septiembre fue el turno de la preboda, una fiesta distendida con amigos y familiares que se celebró al aire libre en Mallorca. Para esta ocasión, Gimeno se decantó por la diseñadora catalana Marta Martí, cuyo estilo artesanal y bohemio encajó perfectamente con el ambiente relajado del evento. La modista es conocida por sus diseños delicados y llenos de detalles, siempre con un toque romántico.
Siguiendo esta línea, la novia optó por un vestido mini, sin mangas y con detalles de encaje que combinó con un bikini de bajo. Una creación fresca y sofisticada que le daba un aire relajado, pero sin perder su inconfundible estilo. Con un patrón desigual y un lazo del vestido a modo de cinturón con hebilla, el detalle más destacado fueron los botones forrados que asomaban por un lateral. Unos elementos que bien recuerdan a los vestidos de antaño.
Además del vestido, hubo otra cosa que llamó la atención de los presentes: Gimeno acudió descalza. Así pudo sentir el fresquito de la arena en las últimas horas de la tarde y la noche en los pies. Otro aspecto más que se suma a ese look relajado y boho que la influencer quería conseguir. Además, el peinado no podía ser más acorde con el entorno. Recogió su pelo en dos trenzas, lo más práctico en un día playa.
Finalmente, el sábado 7 de septiembre llegó el momento de la ceremonia civil, el evento principal de la boda. Para este día, Bea escogió a la madrileña Claudia Llagostera, especialista en moda nupcial con un marcado estilo boho. La diseñadora ha creado un vestido exclusivo para la ocasión, que la influencer recogió en Madrid unos días antes del enlace y guardó celosamente hasta el día de la boda.
El diseño, caracterizado por patrones desenfadados y tejidos ligeros tipo lencero, fue el broche de oro para una boda de ensueño. El escote en V le da un toque romántico y delicado, mientras que los tirantes finos aportan un aire moderno y minimalista. Todo ello lo realzó con joyas de Leandra y un maquillaje sutil de Nars que aportaba naturalidad y frescura.
Pero el protagonista sin duda fue el velo. Confeccionado en tul con motivos florales bordados, que le daban un aspecto artesanal, fue la guinda que aportó fantasía y romanticismo al vestido de líneas sencillas. Además, el hecho de que cubra parcialmente el cabello suelto y ondulado de Bea es un añadido a la estética boho chic que ha perseguido la joven en toda su boda.
Los tres vestidos de Bea Gimeno demostraron su inamovible estilo y su compromiso con la moda española al apostar por diseñadoras nacionales como Helena Mareque, Marta Martí y Claudia Llagostera. Cada una de ellas aportó su sello personal para que la novia brillara en todos los eventos de su boda de tres días que no podrá olvidar.
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