La Reina Camilla tiene muchos vestidos camiseros, de todo tipo y todos ellos tendencia eterna. Pero quizá el último que ha llevado en un acto oficial es el más perfecto de todos. Primero, porque es de ese color azul tan recurrente entre las mujeres de la realeza por motivos de protocolo. Segundo -y más importante- porque incorpora un detalle que más prendas femeninas deberían tener (y quizá más se reclama): bolsillos. Elegancia y espíritu práctico, efectivamente, pueden y deben convivir.
La Reina Camilla asistió a un acto oficial del English National Ballet's Mulryan Centre for Dance, en Londres, con un vestido de la marca londinense Anna Valentine. No es nuevo, ya lo había llevado previamente, pero siempre es una buena noticia que se lo vuelva a poner porque se trata de una pieza absolutamente perfecta.
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