Decirle adiós al cabello graso en verano puede ser un desafío, ya que el calor y la humedad aumentan la producción de sebo. Sin embargo, un truco sencillo, con la ayuda de expertos, puede mantener tu cabello fresco por más tiempo, incluso bajo el sol.
El consejo infalible recomendado por los expertos es masajear el cuero cabelludo durante más tiempo al lavarlo con champú. En lugar de frotar rápidamente, dedica un minuto completo a masajear suave pero firmemente todo el cuero cabelludo. Esto elimina eficazmente el sebo, las impurezas y los residuos de producto, a la vez que estimula la microcirculación. Recuerda enjuagar bien para evitar que los residuos de champú provoquen una rápida resequedad.
Contrariamente a la creencia popular, cepillarse el cabello no lo engrasa; al contrario, ayuda a distribuir el sebo por todo el cabello, evitando que se acumule en las raíces. Usa un cepillo de cerdas naturales y cepíllate todas las noches antes de acostarte y de nuevo por la mañana. Para el cabello rizado, elige un peine de dientes anchos para evitar romper la fibra.
Los cepillos, peines y otros accesorios también acumulan sebo e impurezas. Limpiarlos cada dos o cuatro semanas es fundamental para evitar que el cabello se vuelva a contaminar con cada uso.
En verano, elige champús suaves adaptados a tu tipo de cabello y evita las fórmulas agresivas que estimulan la producción de sebo. Un champú clarificante una vez a la semana también puede ayudar a revitalizar el cuero cabelludo, especialmente antes de un evento o de pasar un tiempo sin lavarse.
Un cuero cabelludo deshidratado puede producir aún más sebo para compensar. No dudes en usar un sérum o loción equilibrante y aplicar una mascarilla hidratante en los largos después de cada lavado.
Si a pesar de estos consejos tu cabello permanece inusualmente graso o te pica el cuero cabelludo, puede valer la pena consultar a un dermatólogo para verificar si hay un desequilibrio subyacente.
2025-07-05T05:23:28Z