HALLAN TEMPLO DE HACE 4.000 AñOS EN LAMBAYEQUE

En el norte peruano, en el enigmático distrito de Zaña en pleno corazón de Lambayeque, se encuentra un lugar cargado de historia y misterio: La Otra Banda. Este sitio, oculto tras un bosque de robles ancestrales, había permanecido oculto para los arqueólogos hasta ahora.

Acceder a este paraje requiere atravesar el puente colgante que cruza el río Zaña, pasar por una trocha y emprender una caminata de 15 minutos a la cima del cerro Las Ánimas. Un dato que comentan los moradores de la zona es que el nombre La Otra Banda surge por el mismo hecho de cruzar este río, al otro extremo del Valle Zaña.

En esta duna de arena, cubierta por los siglos, se han encontrado indicios de una cultura desconocida de unos 4.000 años de antigüedad. Se han identificado estructuras de aproximadamente 2.000 años antes de Cristo.

En el Sector 1, dirigido por el arqueólogo Hoover Rojas Cabanillas, de la Universidad Nacional de Trujillo, se ha descubierto la huaca milenaria oculta bajo la arena de las dunas.

“Hemos encontrado la base de una estructura escalonada con cuatro niveles, posiblemente del periodo Moche, datada entre 600 y 800 después de Cristo”, comenta Rojas.

La estructura ha sido identificada tras cuatro semanas de excavaciones intensas, revelando su uso ceremonial.

Lo que llama la atención al arqueólogo Rojas Cabanillas son los dos muros principales, una pared gruesa y otro muro que está a punto de colapsar, que ha quedado como paralizado en el tiempo, producto de las precipitaciones pluviales que causaron destrucción en esta zona.

Huaca La Otra Banda del cerro Las Ánimas. Foto: Yolanda Goicochea/La República

Un templo antiguo milenario

En el Sector 2, donde está a cargo el arqueólogo Luis Muro, las excavaciones en el cerro Las Ánimas han revelado una secuencia de edificios, de plataformas y muros, posiblemente del periodo inicial, de alrededor de unos 2.000 años antes de Cristo.

Según Muro, esta estructura podría ser previa a la cultura Chavín, una de las matrices de la prehistoria andina.

El equipo de arqueólogos ha descubierto arquitectura que sugiere la presencia de espacios rituales. Muchos muros, hechos con una técnica llamada tapial, delimitan áreas importantes para las ceremonias.

Algunos de estos espacios presentan decoraciones en alto relieve y pinturas murales con diseños en negro, rojo y blanco, aunque el signifi cado exacto de estos símbolos aún no les queda claro a los investigadores.

Uno de los hallazgos más fascinantes para Muro es una laja de adobe, tallada con una figura mitológica que combina atributos humanos y zoomorfos. “Este tipo de arte es característico del Período Inicial, que precede al desarrollo de la religión Chavín”, explica.

La fi gura, con cuerpo humano y cabeza de ave, sugiere la importancia de seres mitológicos en las creencias religiosas de la época.

Otro es el diseño pictórico. Hay restos de pinturas aplicadas sobre el muro. Se estaría hablando de una pintura de hace 4.000 años de antigüedad. “Lo que vemos es que existen tres colores, al menos reconocidos, acá vemos un panel de color negro, posiblemente algún tipo de óxido de manganeso, utilizado para esta tonalidad y sobre este panel negro ha sido pintado este diseño circular color rojo, posiblemente algún tipo de pigmento de matita o de óxido de hierro y al medio de este diseño circular se ha hecho otro diseño perfectamente circular, de color blanco”.

El muro habría sido construido con la técnica tapial, con mezcla de barro líquido. “Y vemos este muro que tiene una forma redonda que confi rma que es un elemento arquitectónico del periodo formativo”.

El arqueólogo Luis Muro ensaya una explicación de este sector. “Cuando imaginamos un poco el fl ujo del movimiento dentro de este espacio, posiblemente los individuos subían al patio trasero, proseguían su camino hasta el altar, descendían por estas escaleras fl anqueadas por esos seres mitológicos y posiblemente aquí -señala un patio- había individuos o enseres rituales utilizados para realizar ceremonias aparentemente muy importantes”.

Restos óseos encontrados

Rojas Cabanillas nos revela un hallazgo. En el Sector 1 se hallaron los restos de un infante enterrado al pie de la huaca, mientras que en el Sector 2 se encontraron dos adultos en contextos funerarios asociados al periodo inicial.

Estos cuerpos, colocados en posiciones específicas, podrían estar relacionados con rituales de abandono del templo.

El especialista nos detalla que después de hacer la limpieza de estos restos humanos y exponer la forma de los huesos y entender la disposición del cuerpo, se fotografían para realizar un modelo en 3D a través de un proceso llamado fotogrametría.

Luego se procede con el registro gráfi co a dibujar. Es importante también tomar nota de las alturas para tener el registro topográfico.

Con esas labores se tiene la idea de a qué profundidad estaba con respecto a la base de la huaca, a qué nivel se hallaba y asimismo saber a qué momento pudo corresponder. “Luego de ello ya podemos levantar los restos humanos”, refiere el experto.

Infante enterreado en la base de la huaca. Foto: Yolanda Goicochea/La República Restos humanos de huaca La Otra Banda. Foto: Yolanda Goicochea/La República

Del Perú y distintos países

El arqueólogo Luis Muro Ynoñán, director del proyecto arqueológico Paisajes culturales de Úcupe, Valle de Zaña, y el arqueólogo Hoover Rojas Cabanillas, junto con su equipo, están asombrados por la antigüedad de los descubrimientos en La Otra Banda.

El proyecto tiene 7 arqueólogos y 8 trabajadores, con muchísima experiencia trabajando en diversos sitios de la costa norte del Perú.

Además, tienen disposición a poder traba jar con expertos arqueólogos que vienen de distintas partes del mundo y con distintas especializaciones en materia de estudio social. Hay arqueólogos que vienen de Brasil y Francia.

Destrucción de los huaqueros

El arqueólogo señala que gran parte de este patrimonio del Perú ha sido dañado por los conocidos huaqueros que, sin medir las consecuencias de sus actos, excavan en busca de restos arqueológicos solo para venderlos por miles de soles a extranjeros.

La acción de los huaqueros ha causado daños signifi cativos en el sitio. Una segunda laja, complementaria a la primera, fue destruida. Y gran parte del sitio ya ha sido dañado.

“Es vital que el Ministerio de Cultura y las autoridades locales protejan este legado”, pide Muro Ynoñán.

La exploración de La Otra Banda, en esta zona de Zaña, es un paso significativo en la comprensión de las culturas ancestrales que habitaron el valle. Los descubrimientos realizados hasta ahora revelan un pasado complejo y rico en rituales y mitología local, abriendo nuevas puertas al estudio de la historia precolonial del Perú.

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