LAS ALCORISANAS QUE PONEN EN VALOR EL ARTE Y TRABAJO DEL CACAO

Tras años trabajando por su cuenta en pastelerías de toda Europa, en 2013, Isabel Félez volvió a su casa, Alcorisa, para cumplir el sueño que compartía con sus compañeras alcorisanas: abrir un pequeño obrador de chocolate: "Siempre me había gustado mucho por la parte creativa que tiene. Es muy bonito trabajarlo y hay muchas formas de hacerlo. Era lo que más disfrutaba de la pastelería entonces, y nos fuimos encaminando hacia ello", recuerda Isabel.

Así, Chocolates Artesanos Isabel fue tomando forma con la idea de hacer el mejor chocolate posible. Y, con ello, no solo hablaban del sabor, "conseguirlo abarca no solo la calidad y la estética, también los valores". Por ello, una de las prioridades de estas chocolateras era establecer un negocio socialmente responsable: "Queríamos el más alto estándar de calidad, claro. Pero, entonces decidimos que aparte de que fuera muy bueno y estéticamente bonito, teníamos que hacer un producto que detrás no tuviera niños esclavos trabajando, que fuera lo más sostenible posible con el medio ambiente, con las personas, con el planeta", asegura.

En esa misma línea de preocupación social, su otro objetivo era reconocer la figura de la mujer en el cultivo y trabajo del cacao. "Aunque no lo parezca, la mujer está muy presente haciendo un trabajo menos reconocido. Sobre todo, en las plantaciones de cacao, suelen ser ellas las que trabajan: las que secan el grano, las que muchas veces lo recogen", reivindica la chocolatera turolense. De ahí surge también el nombre de la empresa. Félez explica que Isabel "no es un nombre de mujer, es una forma de hablar del trabajo que hacemos las mujeres, muchas veces invisible; una forma de agradecer esta labor femenina y ponerla en valor".

Su compromiso responsable también abarca los recursos empleados para su actividad, intentando conseguir el mínimo impacto en el medio ambiente: "La preocupación por el medio ambiente está presente en toda la actividad, en cada parte del proceso. Desde la materia prima, que está certificada por agricultura ecológica; pasando por el ‘packaging’, que tiene el mínimo impacto medioambiental; hasta la energía, que viene de fuentes renovables", garantiza.

El esfuerzo diario que le dedican tanto Isabel como sus compañeras a elaborar el chocolate desde el mismo grano del cacao, en un proceso "totalmente diferente a lo que es cualquier chocolate de los que estamos habituados a comer, que son chocolates industriales", ha llevado a Chocolates Artesanos Isabel a recibir numerosos premios y títulos a lo largo de su primera década de vida: "Creo que se valora nuestro trabajo, en primer lugar, porque hacemos un chocolate muy rico, íntegramente en nuestro obrador; y, en segundo lugar, porque todas las materias primas son ecológicas, de comercio justo y locales".

Un resultado que hace apenas unos días hizo historia para Aragón. Su tableta de yogur y frambuesas ha sido premiada con un bronce en los International Chocolate Awards 2024, convirtiendo a esta chocolatería de Alcorisa en la primera empresa aragonesa y una de las pocas en España en lograr este reconocimiento.

A través de sus tabletas de chocolate y de productos típicos de este pueblo turolense como son ‘las piedrecitas del Calvario’, uno de sus productos estrella y del que están "muy orgullosas", el trabajo de Félez y sus compañeras también se centra en intentar que se valore este alimento: "Muchas veces la idea que tenemos del chocolate es que es como una chuche, cuando realmente es un alimento que tiene muchísimas propiedades que, si se trabajan bien, se mantienen", afirma Isabel. Por ello, pusieron en marcha otro producto, un kit con el que elaborar chocolate en casa: "Nos pareció interesante poder acercar el producto a los hogares, que puedan ver cómo se elabora partiendo desde el grano de cacao, que es algo muy desconocido", relata la chocolatera.

No obstante, para Félez, aún falta un buen trecho en el camino hasta la puesta en valor del chocolate, sobre todo, en Aragón, siendo este alimento un producto que tiene gran relevancia en la historia de la región. Nuestra Comunidad "es el sitio por donde entró el chocolate a Europa, es el primer lugar donde se comió y, sin embargo, tenemos muy poca relación ahora mismo con él". Por esto mismo, Félez reivindica con su trabajo que el chocolate es Patrimonio Alimentario de Aragón, y que, "si fuéramos más listos, le sacaríamos más partido, porque es algo que le gusta a todo el mundo".

Y que le guste a todo el mundo es una de las razones por las que Chocolates Artesanos Isabel distribuye sus productos en su tienda en Alcorisa y en puntos de venta físicos, pero también en su tienda online (www.chocolatesartesanosisabel.com), en la que recibe clientes de toda Europa: "El último de ellos ha sido Letonia. Pero también vendemos en Francia, en Alemania, en Italia, en Portugal...", afirma Félez.

Las redes sociales son otra de sus herramientas para divulgar conocimientos sobre el arte del chocolate, además de emplearlas para presentarse al público, ya que la mayoría de pedidos son nacionales o extranjeros, "es importante que la gente pueda conocer lo que hacemos desde aquí, desde un pueblo pequeño de Teruel", asegura.

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