No todos los bizcochos tienen que ser dulces. ¡Y menuda suerte!, porque los bizcochos salados, tipo cake, como este que hemos hecho de jamón cocido, aceitunas y tomate seco, son ideales para una cena rápida o de picoteo. La base de uno u otro, dulce o salado, viene a ser la misma: harina, huevos, aceite (o mantequilla fundida), levadura química y, a veces, leche. Luego, si nos apetece hacerlo salado, le podemos añadir los condimentos e ingredientes que más nos gusten. En nuestro caso hemos ido buscando los sabores mediterráneos y ¡vaya si lo hemos conseguido! Tienes que probar este cake salado porque, además de ser facilísimo de hacer, queda fragrante, con la humedad perfecta y con una textura ligera y esponjosa gracias al sabores mediterráneos. ¡Te va a encantar!
Mezclar la harina, la levadura química, la sal, la pimienta y el romero.
Añadir los huevos, el aceite de oliva y el skyr. Mezclar bien hasta conseguir una mezcla homogénea.
A continuación, añadir el jamón cocido cortado en dados, los tomates secos troceados y las aceitunas picadas y mezclar bien con una espátula.
Engrasar el molde con aceite (o con mantequilla) y enharinarlo o forrarlo con papel de hornear. Verter en él la mezcla anterior.
Cocinar de 30 a 40 minutos, en un horno precalentado, a 180°C. Comprobar la cocción interior pinchando un palillo de madera (o un cuchillo), si sale limpio está listo, si no, cocinar más tiempo.
¡Y listo!