Hay elementos que hacen inconfundibles las casas españolas. Como por arte de magia, en casi todos los hogares, especialmente en los más tradicionales, suele haber objetos comunes. Una baraja de cartas con publicidad, una vajilla clásica y un jamonero, muchas veces sin jamón y cubierto de objetos, en la cocina, entre otros muchos otros. Una de esas cosas que se suelen ver mucho en las cocinas de nuestro país, sobre todo si el espacio no abunda, es una bayeta colgada del grifo de la cocina.
La bayeta se utiliza para limpiar superficies, absorber líquidos y mantener la cocina en orden. Una vez dejada la encimera bien limpia, al estar todavía mojada, muchas personas optan por dejarla encima del grifo del fregadero. Dejar en ese lugar los paños de cocina es algo muy habitual, pero, según un medio finlandés, puede provocar problemas de salud y no se debe hacer.
Dejar el paño húmedo sobre el grifo y abrirlo para que corra agua caliente, provoca un calor que se trasfiere al paño. Esto crea las condiciones ideales para que las bacterias se multipliquen, ya que prosperan especialmente en un ambiente cálido y húmedo. La humedad también es una gran aliada para la proliferación de microorganismos. Las bayetas, al estar en constante contacto con restos de alimentos, grasas y agua, se convierten en un entorno ideal para bacterias.
Además, al ser el grifo muy usado en la cocina también es ideal para el desarrollo de las bacterias. Es clave que las bayetas estén limpias y sean secadas correctamente porque de lo contrario al pasarla por tablas de cortar, encimeras o utensilios, las bacterias que se acumulan en ella pueden transferirse a los alimentos o a otras áreas de la cocina.
Colgar los paños de cocina en el fregadero es muy típico, pero no la única opción. El propio medio explica varias opciones que pueden ser una opción igual de sencillas, pero mucho más limpia y eficaz contra las bacterias:
Utilizar alguna de las técnicas mencionadas para secar y lavar los paños de cocina conllevarán los siguientes beneficios: