LA EXPERTA EN BELLEZA CUCA MIQUEL EXPLICA LOS PROS Y CONTRAS DE LOS PROTECTORES SOLARES MINERALES Y QUíMICOS

Llega el ansiado verano, y con él el uso del protector solar se convierte en indispensable para el cuidado de la piel. Existen en el mercado dos tipos de productos que actúan como protector solar, y son los protectores solares físicos y los químicos, y hoy, en mi consultorio de belleza, te contaré qué diferencias hay entre unos y otros para que aprendas a diferenciarlos y sepas cual va mejor con tu piel, aunque, como siempre digo, lo ideal es hacerse primero un estudio online de la piel como el que ofrezco en mi web para conocer tus necesidades específicas.

Los protectores solares químicos y físicos son dos tipos de protección solar que actúan de manera diferente para proteger la piel de los daños causados por la radiación del sol. En el caso de protectores solares físicos, repelen el sol creando una pantalla y, en el caso de los filtros químicos, los activos son absorbidos por la piel actuando desde el interior.

Protectores solares físicos o minerales: qué son, pros y contras

Los protectores solares físicos son también conocidos como minerales porque contienen ingredientes como el óxido de zinc y dióxido de titanio que funcionan creando una barrera física en la superficie de la piel cuya función principal es poder reflejar y dispersar esos rayos evitando que penetran en la piel.

Como ventajas de usar los protectores solares físicos destaco que tienen un amplio espectro protector contra los rayos UVA Y UVB desde el primer momento de la aplicación, porque crea una barrera externa; presentan menor riesgo de irritación por la presencia de los ingredientes naturales y no se degradan tan fácilmente por el sol, por lo que la protección solar puede durar más; por otro lado, los protectores solares físicos presentan un menor daño medioambiental, si bien el mayor inconveniente es que algunos de los solares físicos dejan residuos blancos, resultan 'pegajosos' y son más espesos.

Todo sobre los protectores solares químicos: cómo se usan, pros y contras

Los protectores solares químicos, por el contrario contienen ingredientes activos que reaccionan con la piel creando reacciones químicas en la piel. Los ingredientes más comunes se encuentran avobenzona, oxibenzona, octinoxato y octocrileno. Los componentes tienen la capacidad de absorber los diferentes rangos de la radiación solar proporcionando una protección frente a rayos UVA y UVB.

Como ventajas, destaca su textura más ligera, pero, por otro lado, también pueden resultar más irritante. Algunos estudios dicen que actúan como disruptores endocrinos, afectando a las hormonas, y pueden tener posibles efectos negativos sobre el medio ambiente.

Existen otros estudios recientes que aluden a posibles efectos adversos de sus activos químicos que se han encontrado en el torrente sanguíneo, por eso la FDA está investigando a fondo sus hallazgos para determinar los niveles seguros de exposición así como los riesgos asociados. Sin embargo todavía no hay resultados concluyentes que diga que no son seguros y, por lo pronto, su uso está respaldado en cantidades reguladas.

Los protectores solares físicos o químicos, indispensables para cuidar la piel

El uso de protectores tanto físicos como químicos son necesarios para prevenir cáncer de piel, el fotoenvejecimiento y las manchas solares. En ambos casos debe utilizarse la cantidad suficiente, y reaplicarse cada dos horas en verano cuando la exposición solar sea muy prolongada.

La elección entre un solar físico o químico es individual y, de momento, no tenemos estudios concluyentes que hablen de la toxicidad de los químicos. Ahora bien, lo que sí se sabe es que las opciones minerales son más naturales, menos nocivas para el medio ambiente y menos irritantes, y además no pasan a la leche materna en el caso de las mujeres embarazadas.

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