CARNAVAL DE BARRANQUILLA: LA FIESTA DEL COLOR, LA TRADICIóN Y LA ALEGRíA
En Barranquilla existe la teoría popular de que todo aquel que es nacido en noviembre es fruto de la euforia de su carnaval. Y es que mucha lógica tiene, no solo porque restando los nueve meses coinciden las fechas con exactitud, sino porque durante esos días todo el mundo entra en un éxtasis emocional que es capaz de resolver cualquier impasse marital.
Considerado uno de los más importantes y coloridos del mundo, esta fiesta tiene sus raíces en una fusión de tradiciones indígenas, africanas y europeas. Su historia se remonta a la época de la colonia española, cuando los esclavos africanos celebraban rituales y festividades ancestrales en honor a sus deidades africanas.
El Carnaval de Barranquilla se consolidó como una celebración popular a partir del siglo XIX, cuando la ciudad experimentaba un auge económico debido al comercio del oro y el azúcar. En este contexto, la población mestiza y afrodescendiente se apropió de la festividad, convirtiéndola en una expresión cultural única que refleja la diversidad de esta región del Caribe colombiano.
A lo largo del siglo XX, el Carnaval de Barranquilla se fue consolidando como uno de los eventos más importantes de Colombia y del mundo, atrayendo a visitantes de todas partes. En 2003, la Unesco lo declaró Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, en reconocimiento a su importancia y su contribución a la diversidad cultural del mundo.
DESFILES Y EVENTOS
El calendario de este encuentro se divide en el precarnaval y el carnaval. El primero comienza desde el momento en que el reloj marca el primer minuto del nuevo año y desde allí en adelante se celebran eventos de toda clase.
El desfile de La Guacherna, por ejemplo, es uno de los más emblemáticos, queridos y esperados de ellos. Aunque forma parte del calendario del “precarnaval”, esta colorida procesión nocturna marca el inicio oficial de las festividades, llenando las calles de la ciudad con una mezcla de música, baile y alegría al son de los versos de la gran Esther (Esthercita) Forero, quien no solo fue la gestora para que este desfile se oficializara en el calendario, sino que también le compuso una canción cuya letra está arraigada en el corazón de los locales: “Faroles de lucero girando entre la noche, la brisa es un derroche de sones cumbiamberos, locura de colores, las calles de Curramba, tambores de parranda, ahí viene la Guacherna”.
Por su parte, la Lectura del Bando es una ceremonia en donde el alcalde le hace entrega simbólica de las llaves de la ciudad a la reina y en donde esta última lee públicamente el bando que decreta el comienzo de las festividades. Este acto representativo no solo establece con jocosidad el tono para los días de celebración que seguirán, sino que también destaca la importancia cultural y la riqueza de la tradición carnavalera a través de las danzas y las muestras folclóricas en escena.
La coronación de la reina es uno de los momentos más esperados y se celebra un día antes de la Batalla de Flores, el desfile principal. Durante este evento, la reina electa es oficialmente investida como la máxima representante de la alegría, la cultura y la tradición barranquillera. La ceremonia, llena de pompa y color, generalmente se lleva a cabo en un escenario majestuoso y cuenta con la presencia de autoridades locales, celebridades y miles de espectadores.
El sábado, el calendario oficial del carnaval comienza con la Batalla de Flores, el desfile más antiguo y emblemático del Carnaval de Barranquilla, creado en 1903 por el general Heriberto Vengoechea para marcar la finalización de la Guerra de los mil días. Grandes carrozas adornadas con flores y figuras alegóricas desfilan por el “cumbiódromo” mientras grupos folclóricos, comparsas, músicos y personalidades destacadas animan el ambiente con sus presentaciones.
El domingo y el lunes se celebran La Gran Parada de Tradición y la Gran Parada de Fantasía, respectivamente. La primera destaca las manifestaciones folclóricas más arraigadas en la cultura popular, con comparsas, danzas y músicas tradicionales, mientras que la segunda deslumbra con elaborados disfraces y coreografías creativas, donde se exhibe la imaginación y el ingenio de diseñadores y bailarines en un despliegue de fantasía y color.
El último día llega con la Muerte de Joselito. Este evento marca el cierre de las festividades carnestolendas, simbolizando el fin de la alegría y el regreso a la cotidianidad. Joselito Carnaval representa la personificación del espíritu festivo y la juerga carnavalesca. Durante el ritual, una figura representativa de este personaje es llevada en un ataúd por las calles de la ciudad, seguida por una multitud en duelo que llora su partida y una turba de viudas endeudadas.
SU MAJESTAD, LA REINA
En un país que históricamente esquivó con astucia la sola idea de una monarquía, resulta curioso que su fiesta más importante tenga como figura principal a una reina, cuya designación se espera con ansias en la ciudad desde el mismísimo martes que culmina la festividad. ¿Quién será la próxima? Se pregunta todo el mundo.
La historia de esta figura tiene más de 100 años, cuando en 1918 fue elegida la primera Reina del Carnaval de Barranquilla, y desde entonces su elección se ha convertido en parte de la tradición de este encuentro. Entre sus responsabilidades no solo está la de presidir las carnestolendas, la reina debe ser fiel a su compromiso con la preservación de las tradiciones culturales y su participación en actividades sociales y comunitarias durante el Carnaval y a lo largo del año.
Su rol en el plano nacional es tan destacado que hasta cumple funciones de embajadora de la marca país en el exterior, tanto, que hasta visitas en la Casa Blanca se le conceden. En el Museo del Carnaval, ubicado en uno de los barrios más tradicionales de Barranquilla, reposan todos los vestidos que han usado las monarcas para su noche de coronación (que es el ajuar más importante y con el que desfilan en la Batalla de Flores) incluyendo una réplica exacta del que usó Alicia Lafaurie Roncallo, la primera soberana, en 1918.
CONSEJOS ÚTILES
En los desfiles de día, es crucial mantenerse bien hidratado y protegido del sol. Dado que el clima tropical puede ser caluroso y soleado durante el día, es importante beber suficiente agua para evitar la deshidratación y los golpes de calor (la sensación térmica es más elevada en el cumbiódromo). Además, es fundamental aplicar protector solar para proteger la piel y prevenir quemaduras solares.
Otro consejo útil es tener en el radar todos los otros eventos y fiestas que se hacen en el marco del carnaval, aparte de los desfiles principales. Baila la Calle, por ejemplo, es una gigantesca pista de baile celebrada en una de las vías principales de la ciudad en donde se mezclan distintos ambientes y se encuentra diversidad gastronómica. Otros son el desfile de la 44, la Noche del Río, los encuentros de comedias y el Festival de Letanías.
Antes de llegar, planea el lugar en el que te hospedarás, ya que muchos hoteles ofrecen un paquete completo con las actividades del carnaval. Marriott Barranquilla, por ejemplo, a través de Marriott Bonvoy, su programa de fidelización, permite a sus miembros adquirir con sus puntos experiencias que incluyen actividades como asistir a la Coronación de la Reina y disfrutar de su concierto, vivir la Batalla de Flores en un palco VIP, disfrutar de su famoso brunch al estilo carnavalero y de una verbena al aire libre con música en vivo y comida típica.
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La seguridad también es importante. Aunque la ciudad tiene un plan especial de vigilancia durante esos días en donde por supuesto se refuerza, asegúrate de salir con pocos objetos de valor y siempre mantenerte alerta de tus pertenencias.
La última sugerencia es simplemente dejarte contagiar por sus ritmos vibrantes, sus colores deslumbrantes, su tradición cultural y su espíritu festivo. Si hay algo seguro, es que querrás volverlo a repetir.
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