Aquello que compone nuestra dieta diaria no solo afecta a nuestro peso o salud general, sino que es determinante para la calidad de la piel, del pelo y hasta para las funciones cognitivas y salud mental. Por eso es tan importante alcanzar el equilibrio nutricional.
Prueba de ello es la cantidad de personas de origen japonés que pueden presumir de tener una piel de escándalo, tersa, luminosa y suave. Esta característica no se la deben a una genética privilegiada (al menos, no del todo), sino a las particularidades de su dieta. Hay, al menos, tres alimentos típicos de la dieta japonesa que puedes incluir en tu día a día para conseguir mejorar, considerablemente, tu salud dermatológica. ¿Quieres saber cuáles son?
La dieta japonesa es una de las más interesantes que encontramos en el mundo, por sus múltiples beneficios para la salud. En particular, en esta ocasión nos interesamos por ella por su alto contenido en antioxidantes y ácidos grasos, que son esenciales para una piel más saludable y joven.
Pero ¿qué alimentos son los que aportan estas propiedades a la dieta japonesa?
Hablamos particularmente del té matcha por lo fácil que es de elaborar y lo agradable que es como bebida, pero en realidad cualquier variedad de té verde cumplirá con la función que nos ofrece el primer alimento japonés que debes incluir en tu dieta para tener una piel perfecta.
El té matcha, es rico en antioxidantes, en especial en catequinas. Estos antioxidantes ayudan a combatir los radicales libres en el cuerpo, que son los responsables del envejecimiento prematuro y del daño celular que experimenta la piel, haciéndola lucir apagada y cansada.
Estos compuestos también tienen propiedades antiinflamatorias, que pueden ayudar a reducir tanto el enrojecimiento como la inflamación de la piel, algo que resulta especialmente beneficioso para quienes sufren condiciones como el acné o la rosácea.
Pero eso no es todo. Los antioxidantes presentes en el té matcha también pueden proteger la piel contra los daños causados por la exposición al sol y pueden ayudar a mantener la elasticidad de la piel, previniendo la aparición de arrugas y flacidez.
Otra característica especialmente interesante de este té es que contiene clorofila, un compuesto conocido por sus propiedades desintoxicantes que ayuda a eliminar toxinas del cuerpo, lo que puede hacer que la piel parezca más clara y saludable.
El salmón, protagonista de muchos famosos platillos japoneses, es el siguiente ingrediente que no puede faltar en tu dieta para tener una piel perfecta.
La principal razón de sus beneficios para la piel radica en que es una fuente excelente de ácidos grasos omega-3, que son esenciales para la salud dermatológica y general. Este nutriente tiene propiedades antiinflamatorias, y ayuda a mantener la piel hidratada, reduce el enrojecimiento y la inflamación, mejorando así condiciones como el acné o ciertos tipos de dermatitis.
Además, los ácidos grasos omega-3 ayudan a proteger la piel contra el daño solar, retrasando el envejecimiento prematuro. Contribuyen, también, a mantener la elasticidad y la firmeza de la piel, reduciendo la aparición de arrugas y líneas de expresión.
Aunque el ácido graso omega-3 no es el único nutriente interesante que nos ofrece el salmón. Este pescado también es rico en:
El último alimento que no falta en la dieta japonesa y que no puede faltar en la tuya si quieres mejorar la calidad, suavidad y apariencia de tu piel, es el tofu. En realidad, no solo el tofu aporta los beneficios de los que vamos a hablar a continuación. El natto y otros derivados de la soja también pueden cumplir esta función, por lo que puedes elegir el que más te guste.
La clave radica en que los derivados de la soja, incluido el tofu, son ricos en isoflavonas, unos compuestos antioxidantes que ayudan a proteger la piel del daño causado por los radicales libres. Algo que, como ya sabes, puede retrasar los efectos del envejecimiento prematuro.
Las isoflavonas también mejoran la hidratación y la elasticidad de la piel, lo que permite reducir la aparición de arrugas y líneas de expresión. Esto se debe a que estos compuestos pueden estimular la producción de colágeno y elastina, proteínas fundamentales para mantener la estructura y la firmeza de la piel.
Aunque, al igual que con el salmón, esto no es lo único que nos ofrece el tofu u otros derivados de la soja. Este tipo de productos son ricos en: