LADY DI Y SU CARTA ASTRAL: TODO SOBRE SU SIGNO ZODIACAL

“Única, compleja, extraordinaria e irremplazable; una mujer cuya belleza, interna y externa, vivirá por siempre en nuestro recuerdo.” Estas fueron las atinadas palabras que pronunció Charles Spencer para despedirse de su hermana, Lady Di.

Diana Frances Spencer, mejor conocida como Lady Di o la princesa de Gales, nació el 1 de julio de 1961 en Sandringham, Norfolk, a las 7:45 de la tarde y falleció el 31 de agosto de 1997 en la Ciudad de la Luz. En la hora de su nacimiento, el sol la iluminaba desde el signo de Cáncer, mientras la esfera plateada comenzaba a asomarse desde la constelación de Acuario. En la fecha de su cumpleaños, develamos los aspectos más fascinantes de una mujer que encantó al mundo entero, escondidos en su carta natal.

Madre antes que princesa

Diana Spencer era de Cáncer, signo zodiacal de agua regido por la luna y asociado a la maternidad. Casualmente, la princesa fue bautizada con el mismo nombre que la diosa romana de los partos, la fertilidad, la caza y la luna. Como buena madre de Cáncer, su prioridad siempre fueron sus hijos, William y Harry, a quienes les dio una educación inusual dentro de la monarquía, con el fin de estar emocionalmente presente, inculcarles valores y regalarles una infancia como la de cualquier otro niño. Llevarlos a la escuela, restaurantes de comida rápida o albergues de personas necesitadas no son actividades ordinarias para una madre de la realeza; pero la princesa Diana, lejos de ordinaria, era extraordinaria.

El brillo de una alianza

En la carta astral de la princesa de Gales vemos el sol posicionado en la casa astrológica número siete, conocida como la casa de la pareja y las asociaciones. Este posicionamiento se observa usualmente en la carta astrológica de personas que brillan o se vuelven famosas como consecuencia de una poderosa alianza. En la carta natal de Diana Spencer, el astro rey en la séptima casa devela tanto su matrimonio con Carlos III como su asociación a la monarquía inglesa. Muchas veces, en las personas con este posicionamiento astrológico reside la latente necesidad de valerse por cuenta propia y no por la asociación que los llevó a la fama. Tal vez esta haya sido la motivación de Diana para trazar su propio camino como activista humanitaria tras su separación en 1992.

La princesa del pueblo

Para el pueblo inglés, Lady Di era su princesa, con o sin la tiara. Sus palabras llegaban al corazón de las personas y estaba escrito en las estrellas que algún día sería una importante figura humanitaria. Sin embargo, probablemente el pueblo jamás imaginó que, para ella, ellos representaban su hogar. En la astrología, la luna simboliza el refugio emocional, mientras el signo de Acuario representa los grupos, las masas y la humanidad. El día que Diana Spencer nació, la luna transitaba por el signo de Acuario, lo que devela que su verdadero hogar interior residía en su pueblo. Incluso, en diversas entrevistas, la princesa de Gales cuenta lo sanador que era para ella recibir tanto amor por parte de la gente. “Su amor y cuidado ha facilitado mi camino, y por eso, estaré siempre agradecida”, cuenta en el documental Diana: en sus propias palabras.

Una llama incandescente en lo alto

El ascendente en una carta astral es un punto de destino. Con el ascendente en Sagitario, signo zodiacal de fuego asociado a los viajes largos, a las causas altruistas y a la inspiración, Lady Di estaba destinada a viajar por el mundo embanderando causas significativas, inspirando y revolucionando a la humanidad. Así lo hizo promoviendo la aceptación social de los pacientes con VIH y la eliminación de las minas terrestres de la mano de la Cruz Roja Internacional. Este punto en su carta natal también indica una fuerte atracción por el fuego, y no es casual que sus parejas, tanto Carlos III como Dodi Al Fayed, fueran ambos de signos de fuego; el actual rey es de Leo y Dodi era de Aries.

La mujer más bella del mundo

Diana fue la mujer más fotografiada de la historia y muchos admiradores declaraban que era la mujer más bella del mundo. Esto no se debía únicamente a sus apariencias o a sus profundos ojos azules (típicos de las personas de signos de agua como Cáncer), sino también a su carisma, a su esencia elegante y a su cálida sonrisa que al mundo entero conquistó. Esta belleza innata es frecuente en personas con Venus, planeta de la belleza, en el romántico y sensual signo de Tauro. Posicionado a 90 grados de su luna en Acuario, esta belleza que a todos enamoraba estaba teñida con un tinte de controversia y rebeldía, sin los cuales no hubiese podido convertirse en un verdadero ícono de la moda. Cómo olvidar el polémico “vestido de la venganza” que lució el mismo día que su esposo anunció públicamente su infidelidad con Camila Parker Bowles, o el atuendo que usó en su primera aparición oficial junto al príncipe de Gales, luciendo un vestido negro strapless que rompía con todos los protocolos de la monarquía.

Una princesa, como en los cuentos de hadas

Asociado a los sueños y fantasías, Neptuno en la carta natal de “la princesa del pueblo” se posicionaba en su décima casa, la cual representa la exposición pública. Este posicionamiento estelar hacía que el mundo construyera un cuento de hadas y proyectara una fantasía en torno a la vida de Diana, aunque este fuera tan solo un espejismo. Su casamiento con el príncipe Carlos III el 29 de julio de 1981 fue visto por 750 millones de personas y ampliamente descrito como “una boda de cuento de hadas”.

Una intuición sobrenatural

En la carta natal de Diana Spencer vemos una agrupación de potentes cuerpos celestes sobre la octava casa; la casa de la muerte, la transformación y “el más allá”. Lady Di era una mujer intuitiva, como toda mujer con el sol en un signo de agua, pero particularmente, la presencia de Urano en la casa ocho a veces indica importantes premoniciones a lo largo de la vida. En el documental Diana: en sus propias palabras, la princesa de Gales confiesa haber tenido dos grandes certezas. De niña, siempre supo que algún día sería princesa. Incluso en su familia la llamaban “Duch”, por duquesa, debido a que desde pequeña se comportaba como una verdadera princesa. Una vez casada, sabía que jamás sería reina. “Siempre supe que no sería reina, pero que tendría un rol difícil. Nadie me lo dijo, simplemente lo sabía.”

Lilith, también conocida como “la luna negra”, en la octava casa de la carta astral de Diana indica la repetición de un rol ancestral; de una herida que regresa a través del linaje familiar para finalmente sanar. Muchos desconocen que Lady Di fue bautizada con el mismo nombre que su tía abuela, Lady Diana Spencer, quien a su vez también portó el título de princesa de Gales.

La liberación del “deber ser”

Cuando Saturno, planeta asociado a las estructuras y mandatos, se posiciona sobre la primera casa de la carta astral, relacionada a la individualidad de la persona, el “deber ser” cobra un rol y peso significativo en su expresión individual. Este era el caso de la princesa de Gales, cuyas acciones y comportamientos, por muchos años de su vida, estuvieron regidos por los protocolos, mandatos y expectativas de la monarquía inglesa. Llegando al final de su vida, “la reina de corazones” logra romper con esa rígida estructura para convertirse en su mejor versión. Su divorcio en 1996, hecho sumamente controversial para la realeza británica, es un fiel testimonio de esta gran liberación en su vida.

Lady Di murió en un trágico accidente automovilístico el 31 de agosto de 1997 en el túnel del Puente del Alma en París junto a Dodi Al Fayed. Sin embargo, las estrellas dicen que no se fue sin cumplir su misión de vida: inspirar al mundo con su amabilidad, calidez y revolucionario accionar.

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