LA SEMANA DE LA ALTA COSTURA DE PARíS HA DICTADO LO QUE SERáN LAS TENDENCIAS QUE REINARáN EN NUESTROS ARMARIOS EL PRóXIMO OTOñO/INVIERNO 2025

La Semana de la Alta Costura de París Otoño/Invierno 2025 ha sido una celebración de la tradición y el savoire faire de los grandes maestros de la moda. Entre el 24 al 27 de junio, hemos visto cómo los directores creativos más deseados de planeta daban rienda suelta a su espíritu creativo, plasmándolo en prendas impolutas que cuentan historias sobre cómo un oficio puede ser convertido en un arte.

Millones de lentejuelas, cristales, plumas y purpurina, han adornado los kilómetros de tela con la que las modelos han desfilado en uno de los encuentros definitivos del año, donde han quedado de manifiesto las siluetas que marcarán la próxima estación. Esto es lo que las maisons que más saben de alta costura han sentenciado y lo que veremos en el street style del otoño de 2025.

La sastrería clásica perdura

Si hay algo que es capaz de adaptarse bien al paso del tiempo son las prendas de sastrería. Tienen el don de poder interpretar la historia de la sociedad y en su excelencia se percibe el talento de sus creadores, de ahí que nunca falte en los desfiles de alta costura y que sean imprescindibles para crear cualquier fondo de armario.

En París estuvo patente en el trabajo de Thom Browne, quien ha hecho un back to the basics para presentar una colección en la que recoge los prototipos de sus diseños para transformarlos en piezas de sastrería clásica, plagadas de detalles sublimes. Bordados de filigrana, flores incrustadas y cientos de horas de trabajo para darle forma a piezas estructuradas, faldas escalonadas y abrigos XXL.

Prendas tridimensionales

Llevamos varias temporadas siendo testigos de cómo los motivos parecen querer salirse de las prendas para formar parte activa de los looks. Quedó reflejado en las propuestas de Balmain, tanto en sus sandalias florales como en aquel corsé que abrazaba a Sydney Sweeney; así que no sorprende que sea una de las tendencias que han irrumpido en la pasarela de París, y quién mejor que Schiaparelli, la alta costura en sí misma, para darle forma.

Daniel Roseberry ha llenado de detalles tridimensionales a sus modelos y lo ha hecho con claras alusiones a la Elsa Schiaparelli, desde el zapato de tacón —icono de la casa— adornando un corsé, hasta las plumas y las faldas ondeantes que parecían tener vida propia.

Sin duda, la chaqueta de neopreno cubierta de púas de organza de seda en color crudo, rematadas con cuentas negras, o la ostenta un espléndido cuello rojo, confirman que la moda del próximo otoño ocupará más espacio por metro cuadrado.

Los corsés salen a la calle

Tanto Schiaparelli como Thom Browne hicieron del corsé una de las piezas clave de sus colecciones, pero con su permiso, fue Nicolas Di Felice para Jean Paul Gaultier, quien lo elevó a un indispensable de los armarios del próximo año, y lo hizo mediante siluetas minimalistas, bordados y muchas transparencias en tonos negros, crudos, marrones o blancos.

La ropa interior ya no se esconde, se utiliza como modo de expresión empoderante. Lo hace, eso sí, de una manera relajada y divertida, con trampantojos en las caderas, drapeados de muselina, tejidos envolventes y, de nuevo, piezas de sastrería que casan de manera sublime con la corsetería más sofisticada.

La reinvención del lujo silencioso

Si ya estás cansada de escuchar sobre esta tendencia, calma, porque aunque es cierto que hemos visto una buena dosis de maximalismo en la Semana de la Moda de París, la sencillez de las prendas elaboradas con mimo y con detalles lujosos prometen seguir acompañándonos, tal y como demostró la divina e hipnótica colección de Armani Privé.

“Para el próximo invierno, he diseñado prendas que evocan una elegancia a la vez tranquila, discreta y lujosa. Las perlas, con su brillo que encanta sin deslumbrar nunca, me inspiraron la imagen de una mujer intensa, seductora, de espíritu lunar y ligeramente melancólico”, declaró el propio Giorgio Armani, y lo llevó a cabo con una serie de prendas tan sensuales como tranquilas.

Vestidos bordados, tejidos de seda, tul y terciopelo y perlas, muchas perlas, son los compañeros de la mujer del próximo otoño 2025, siempre sobre una silueta muy femenina y enmarcada por el brillo de las piedras. 

Nuevos códigos, nuevos materiales

Armani no es el único que anhela la paz, Demma ha dejado claro lo importante que es para él, comenzando el desfile de Balenciaga con una meditación guiada que pretendía traer al presente a todos los asistentes, algo que suele practicar también en su proceso de creación, que en esta temporada lo ha llevado a esa fusión entre el arte de Cristóbal y el suyo propio.

Mucho denim, chándales, ropa técnica, plumíferos de lujo y la emblemática sudadera con capucha, dejan claro las líneas de una firma que apuesta por ampliar el vocabulario de la alta costura. 

También Maria Grazia Chiuri, al frente de Dior, ha inspirado su colección en el deporte, ella en la Antigua Grecia, dando lugar a neo diosas que visten tank tops embellecidos con bordados dorados, a juego con largas faldas plisadas y drapeados sugerentes.

Con este repaso a lo que nos dejó la Semana de la Alta Costura de París Otoño/Invierno 2025, ya podemos hacernos el esquema mental de cómo se traducirán estas tendencias al street style y lo que las firmas prêt-à-porter nos ofrecerán los próximos meses.

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